Os voy a explicar cómo elaborar naranjas escarchadas o confitadas, exactamente igual que las que compramos en Navidad para el roscón de Reyes, en trozos o cuartos de naranja, pero sin complicaros la vida ni tardar horas y horas como hacen todas las recetas tradicionales.
Además suelen hacerlas en rajas que se conservan en almíbar… y éstas son totalmente diferentes.
La energía está carísima y más caro es vuestro tiempo…, como el mío.
¡Hay que agilizar nuestra cocina cada día un poco más!
Necesitamos:
■ 2 naranjas de piel gorda de unos 250 g de peso cada una, en total 1/2 kilo
■ 400 g de azúcar
■ 200 g de zumo de naranja como mínimo
1. Escoger 2 naranjas bien apretadas, con la piel gorda y sin desperfectos.
2. Lavarlas muy bien con un cepillito, agua y jabón.
Puede ser el detergente habitual si luego las aclaráis bien con agua.
3. Escoger un bol o ensaladera grandes, a ser posible transparentes porque podréis ver, poco a poco, lo que va sucediendo en el interior del microondas, muchas veces sin destapar.
4. Echar las 2 naranjas enteras y cubrirlas de agua.
5. Añadir 1 cucharadita de sal y remover para que se disuelva bien.
6. Meter dicho recipiente en el microondas y a potencia máxima esperar a que rompa a hervir.
Si queréis acelerar este proceso tapar dicha ensaladera, pero sin encajar bien su tapa, al revés de lo que os aconsejo siempre, sino colocándola no del todo bien para que haya una pequeña ventilación y el agua no se salga al cocer.
Pasaría lo mismo en el fuego.
7. Cuando el agua empiece a hervir, programar 5 minutos, también a potencia máxima y seguir con la tapa mal puesta para que las naranjas cuezan más deprisa, pero el agua no se salga.
8. A continuación sacar las naranjas, con cuidado porque queman, y dejarlas enfriar en agua abundante fría. Poniéndoos los guantes de goma no os quemareis.
9. Cuando estén completamente frías, secarlas y cortarlas por la mitad encima de la tabla de cocina.
Tenemos 4 mitades de naranja que vamos ahora a exprimir.
No hay que dejar la piel «monda y lironda» como cuando hacemos un zumo, tienen que quedar unos pequeños restos de pulpa adheridos a la piel, como filamentos finos de naranja, exactamente igual que en las que compramos ya confitadas.
Si son muchos y cuelgan retirar solo los que sobran, conservando los otros.
10. Cortar ahora cada mitad en 2 trozos, es decir tenemos 8 cuartos de naranja y, como las naranjas eran gordas, cortar a su vez cada cuarto por la mitad y así conseguimos 16 trozos de naranja de un tamaño mediano que se nos confitarán más deprisa.
Reservarlos.
11. En la misma sopera o ensaladera anterior volcar ahora 400 g de azúcar y el zumo que acabamos de obtener.
Como habrá más de 200 g, bebéroslo, nunca tirarlo.
Remover bien el azúcar con dicho zumo, aunque no se disolverá del todo porque tenemos una solución saturada.
12. Introducir la ensaladera de nuevo en el microondas, destapada, unos 3 minutos a potencia máxima, pero parando cada minuto y removiendo bien con una cuchara de madera.
Al cabo de estos minutos el azúcar se habrá disuelto del todo, el zumo habrá empezado a cocer y ya habremos conseguido una especie de almíbar clarito.
13. Volcar a continuación dentro de este almíbar caliente los 16 trozos de naranjas ya exprimidas con la corteza hacia abajo para que queden bien sumergidas en dicho almíbar puesto que es la parte más dura.
14. Vamos a programar 5 minutos a potencia máxima, también con el recipiente destapado para que el almíbar empiece a evaporarse y concentrarse.
15. Ahora otros 5 minutos más también a potencia máxima pero ahora con el recipiente bien tapado para facilitar la cocción de los trozos de naranja.
16. Después programar otros 5 minutos con el recipiente destapado, si vemos que tenemos mucho almíbar o tapado si vemos que nos queda poco y que está espeso.
Este es el «truqui» cuando queremos ablandar algún alimento y al mismo tiempo ir espesándolo o concentrándolo, exactamente igual a lo que sucede en una mermelada en el microondas:
– Cocemos tapado si queremos ablandar y no perder agua o líquido,
– O cocemos destapado si además de cocer queremos evaporar.
17. Finalmente programamos otros 5 minutos más, también tapado o destapado dependiendo de si las cortezas de naranja están ya blandas, y de si el almíbar es ya espeso o no.
18. Al cabo de estas 4 etapas de microondas, pinchar los trozos de naranja con una aguja fina, para ver si se han ablandado del todo.
Dependiendo de la variedad de naranjas estas 4 etapas se pueden convertir en 5, y las cocciones «tapadas» o «destapadas» también pueden variar.
Tendréis que decidir cada uno de vosotros, aunque si la corteza o piel ya está blanda su “pinta” también os lo indica.
No se os ocurra programar estos 20 minutos de una sola vez, porque el almíbar se os saldrá y os manchará todo el plato giratorio, lo mismo que subiría si se hiciese en el fuego.
Pero en este caso, con los trozos de naranja no debéis hacer nada, ni mucho menos removerlos como aconsejan en el método tradicional.
19. Dejarlas enfriar en su propio almíbar que ahora es muy espeso.
Incluso una vez a temperatura ambiente podéis cerrar la ensaladera con film transparente y meterla en la nevera hasta el día siguiente.
20. Entonces sacar del almíbar cada trozo de naranja, de 1 en 1, con un tenedor procurando sacarlos con la menor cantidad de almíbar, que ahora es muy espeso.
21. Ponerlos a escurrir encima de una rejilla de pastelería colocada encima de una fuente de mayor tamaño puesto que las naranjas van a ir soltando poco a poco el exceso de almíbar que aún conservan, aunque es muy poco, y que irá cayendo en esta fuente, sin manchar nada.
Colocarlos con la piel hacia arriba y dejarlos al aire para que no solo se queden sin nada de almíbar, sino que se vayan secando.
22. Cuando veáis que al tocarlos levemente con un dedo ya no manchan, darles la vuelta, es decir se quedan ahora con la corteza hacia abajo y los restos de pulpa hacia arriba.
Pueden pasar varios días, y dependerá de la temperatura de la cocina y de la zona en la que os encontréis, más o menos seca o húmeda.
23. Cuando tampoco «pringuen» por esta segunda parte, rebozarlos en azúcar normal que habréis volcado en un plato.
24. Colocar estos trozos ya confitados en un tupper hermético, mejor sin apiñar puesto que están recién terminados y guardarlo en la nevera dónde se conservarán mucho tiempo, meses.
25. El almíbar que sobra, muy poco y muy espeso, guardarlo también en la nevera ya que no se estropea.
El día que os haga falta un almíbar para emborrachar alguna tarta, aclararlo con algo de agua o de licor, llenar con él un «biberón de cocina» y utilizarlo.
Consejos de cocina y nutrición
■ Son muchos pasos porque, como el resto de mis recetas, están súper explicadas, pero la cocción total son tan solo 20 minutos, más los 5 que hemos necesitado al principio para eliminar el amargor de la piel.
■ Además de ahorrarnos mucho tiempo, no necesitan congelarse, ni tampoco conservarse con su almíbar que, además, se ha ido evaporando poco a poco.
■ Al preparar el almíbar con el mismo zumo de las naranjas, en lugar de con agua como se hacía tradicionalmente, una vez terminadas y ya sequitas tienen mucho más sabor y el mismo almíbar sabrá muchísimo a ellas y a su esencia.
■ Esta receta os puede servir hasta como receta de aprovechamiento si en lugar de comprar las clásicas naranjas de zumo, adquirís las gordas de comer y no las exprimís a tope.
Si lo hicierais, tendríamos cortezas escarchadas de naranja, sin nada de pulpa seca, y el proceso sería algo diferente.
■ Si alguno de vosotros siente la curiosidad de ver las fotos de los 3 últimos pasos, están en Facebook, en Twitter y en Instagram.
Dejan mucho que desear, ¡porque no he hecho fotos en mi vida!, he tenido otros hobbys, pero sí que os podéis hacer una idea… y la voluntad… es la voluntad.
¡Zapatero, a tus zapatos!