Horno tradicional empotrado, para qué servirá en el futuro
En muchos hogares actuales y sobre todo productivos ya no está presente el horno tradicional grande empotrado que irá despareciendo poco a poco.
Se empezó a usar sobre todo por parte de aquellos que empezaban a cocinar y no sabían cómo.
Se juntaban todos los ingredientes de la receta en una fuente o bandeja de material termo resistente, es decir apto para aguantar altas temperaturas y se introducía en el horno a la temperatura aconsejada que, en la mayoría de ocasiones, era errónea.
Y nadie se planteaba si era o no un buen método de cocinado desde el punto de vista nutricional ya que hasta ahora nadie pensaba en esas cosas.
Inconvenientes que siempre ha tenido un horno empotrado tradicional
♦ Ocupa un espacio importante en la cocina aunque esté empotrado en una columna o situado debajo de la placa de calor.
♦ Era y sigue siendo muy lento.
♦ Hay que precalentarlo en vacío lo que conlleva un notable gasto energético.
♦ Para cocinar necesita mucho más aceite que por cualquier otro método para contrarrestar el resecamiento que se produce en los alimentos debido a las altas temperaturas que se utilizan en su interior.
♦ También el aceite, por muy de oliva virgen extra que sea, así como la grasa propia de pescados y carnes, por encima de los 180-190º C se polimeriza desdoblándose en subproductos nada saludables.
♦ Temperaturas superiores a éstas solo se deben usar para cierto tipo de pastelería, el hojaldre por ejemplo, y poco más.
♦ Su interior se mancha muchísimo por lo que los fabricantes aconsejan adquirir un horno pirolítico. Esta función se emplea para convertir los restos de suciedad esparcidos en el interior del horno en cenizas, y para ello el horno tiene que alcanzar temperaturas muy altas, de alrededor de 500ºC, con lo que el gasto de energía se dispara.
La temperatura de la cocina también aumenta, algo desagradable en verano.
♦ No sirve para descongelar correctamente ni para calentar comida ya cocinada aunque lo afirmen los fabricantes.
¡¡¡Ojo!!! Un horno tradicional no sustituye a un microondas, por mucho que tenga un grill que solo sirve para gratinar mal y lentamente un plato de macarrones y poco más. Ya os lo expliqué en este post.
Lo mismo que un microondas, por muy bueno que sea, no sustituirá nunca a un horno de verdad.
Un microondas, como podéis comprobar en mi ebook, sirve para lo que sirve y, para conseguir calidad no sirve para todo.
Los microondas en general, que muchos siguen denominando «hornos microondas» cuando no son para nada un horno, no asan sino que cuecen los alimentos «al vapor», en su propio jugo y sin añadir nada de líquido.
Por su aspecto exterior se parecen a un horno y podrían confundirse con él.
Como les atribuyen preparaciones que no resultan bien en un microondas, aunque les hayan añadido «aire forzado caliente, estos pequeños electrodomésticos han hecho mucha «pupa» a los fabricantes de hornos.
Por ello en Internet, y cada día más, podéis encontraros afirmaciones infames sobre los microondas que son todas falsas, y es lo que yo llamo terrorismo comercial.
Los inconvenientes citados anteriormente se van acrecentando cada día más porque:
♦ Hay menos tiempo para cocinar en casa aunque muchos ya están concienciados de lo importante que es saber alimentarse y por ende saber cocinar.
♦ Las cocinas en las grandes ciudades son cada vez más pequeñas.
♦ Se come más fuera del hogar, porque suele estar rico al paladar, aunque no se sepa si es o no saludable.
♦ Hay mayor oferta, casi inmensa, de comida servida en pocos minutos en casa o en los lugares de trabajo de la que también ignoramos cómo se ha elaborado.
¿Horno tradicional empotrado para qué se usaría todavía hoy día si ya se tiene?
♦ Para hacer un asado grande de vez en cuando, un pavo de navidad, un cochinillo, uno o varios patos, medio cordero, un pollo asado que, dependiendo de su tamaño, sale también fantástico en una buena olla superrápida.
♦ Para asar piezas grandes de carne como cintas de cerdo o solomillos de cerdo o de ternera…, aunque los cocineros las doran previamente en una sartén.
De esta manera manchan no solo la sartén y la placa de calor, puesto que al dorar salpica, sino también el recipiente del horno y el interior del mismo, es decir 3 utensilios, lo que me parece un despilfarro de tiempo y de limpieza.
Estas piezas de carne salen riquísimas en una buena olla superrápida, sabiéndola usar y cambiando el «chip» para modernizarse.
♦ Estas piezas además se asan después a temperaturas que no deberían sobrepasar los 200º C ya que el aceite que se les añade a estos asados, a partir de los 180º C empieza a sufrir alteraciones, lo que se dice vulgarmente «se quema».
♦ Y lo mismo sucede en el caso de las grasas que tanto pescados como carnes tienen en su interior. Se van degradando en sustancias nada buenas, tanto más cuanto mayor es la temperatura que se alcanza.
De ahí que muchas veces estos asados consumidos fuera de casa sienten mal o se haga la digestión mucho más larga y pesada.
♦ Para hacer un pescado a la sal o a la espalda.
♦ Para hacer papillots diversos siempre que no se envuelvan en papel de aluminio.
♦ Si el asado se colorea en exceso, como pasa en muchas parrillas o barbacoas, pueden aparecer hidrocarburos policíclicos denominados benzopirenos que, a la larga, son cancerígenos.
¡¡Al final, con la cantidad de preparaciones nefastas que se realizan en la cocina se podría escribir un libro entero!!
Para qué es indispensable un buen horno empotrado tradicional
Un buen horno tradicional empotrado es imprescindible para hornear todo tipo de masas, pastas quebradas para quiches, pasta sablée para elaborar las pastas de té y las bases de muchas tartas caseras, magdalenas, petisús, panes diversos y hasta panes de molde…
También para hornear masas elaboradas con levadura de panadero como empanadas, medias noches o suizos, pizzas caseras elaboradas totalmente en casa, hasta la masa, que no tienen nada que ver con las miles de pizzas baratas y de mala calidad congeladas que se pueden degustar en cualquier parte del mundo.
Ya el precio de un queso mozzarella auténtico elaborado exclusivamente con leche de búfala es superior al precio de una de estas pizzas enteras.
Para realizar todas estas preparaciones citadadas, además de ser un horno de convección, tiene que tener la función turbo o aire caliente envolvente, que no reseca como se decía al principio de aparecer en el mercado, sino que su ventilador se encarga de distribuir uniformemente el calor por toda la cavidad interior y el horneado final es muy bueno.
♦ También nos haría falta para elaborar pan casero, pero es mucho más rentable una buena panificadora que primero, amasa, luego espera a que la masa con «masa madre» suba y finalmente hornea.
Las hay muy buenas, cómodas y fáciles de utilizar.
¿Se hacen a menudo estas preparaciones en los hogares?
Estas preparaciones se hacen cada día menos y, por mucho que gusten, se deberían elaborar todavía menos porque son muy calóricas y el sobrepeso y la obesidad en nuestro país siguen aumentando vertiginosamente.
¿Para qué voy a utilizar un horno tradicional empotrado, cuándo y si lo voy a hacer poco, mucho o nada?
Los que no tienen este tipo de horno tradicional y se plantean su adquisición, puesto que los fabricantes siguen insistiendo en sus propiedades «maravillosas» deberían hacerse esta pregunta antes de nada.
¿Qué otra opción hay a la compra de un horno tradicional empotrado?
Si no se elaboran estas preparaciones largas y complicadas en casa, porque no tenemos un horno de éstos, la otra opción será tomarlas de vez en cuando fuera del hogar, buscando sitios específicos de calidad, aunque salgan caros, pero que cuiden nuestra salud. Si los buscáis los encontráis.
En un futuro muy próximo, todo va a cambiar, ya nadie comprará baterías completas que los fabricantes siguen comercializando por si alguien «pica».
Los que quieran seguir alimentándose bien y tener tiempo para ello solo necesitarán una buena olla superrápida, una sartén de calidad y un microondas con una potencia de salida de microondas de 900-1000 vatios para no eternizarse.
También una buena plancha eléctrica, si no se sabe usar la olla superrápida como plancha, mejor redonda y de bordes altos para no salpicar y con 2.000 vatios de potencia por lo menos,
Lo más importante es que todos y cada uno de nosotros sepa hacer funcionar correctamente todas estas nuevas «tecnologías»… que no son tan nuevas. Si no las usan bien, no les gustarán.
El electrodoméstico más útil en un hogar en la actualidad, se cocine o no, es un combi, nevera + congelador que, dependiendo del tamaño de la familia, podrá ser más o menos grande.