La Pirámide de la Alimentación Actual o Pirámide Nutricional, con cuatro escalones o más, parece que fue creada en 1992 por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos y es un gráfico, avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el que aparecen las raciones adecuadas de cada grupo de alimentos que debemos incluir en nuestra alimentación diaria para conseguir unos hábitos de vida correctos y una alimentación sana y equilibrada.
No sé quién o quienes serán las “mentes preclaras” que la definen, pero suelo estar muy poco de acuerdo con ellas, aunque a medida que pasan los años, y tras investigaciones científicas, la pirámide va cambiando en cuanto a los alimentos y a su frecuencia.
Simplemente con observar cómo va evolucionando la población mundial en cuanto a su peso correcto, ya es muy fácil decidir o dictaminar si esta pirámide es válida o no.
Ésta por ejemplo pone, en la base de la pirámide o primer escalón los hidratos de carbono complejos, cereales, legumbres, granos, harinas y derivados, arroz, panes, galletas, galletitas, pastas, sémolas…, que no pueden ser la base de nuestra alimentación actual porque tienen demasiadas calorías, por muy sanos que sean.
Se deben tomar, pero no todos los días.
Además hoy estas harinas están demasiado refinadas, y muchos de sus derivados, como algunos cereales para el desayuno, muy crujientes, tienen su almidón demasiado desestructurado, y se han transformado en hidratos de carbono de absorción rápida y, por tanto, con un Índice Glucémico muy alto.
En el segundo escalón están los alimentos ricos en vitaminas y minerales, como las hortalizas, entre las cuales están también las verduras, y las frutas, que deberían constituir la base de la pirámide, el primer escalón y no el segundo, es decir los alimentos que debemos consumir en mayor cantidad, todos los días y siempre más hortalizas que frutas porque tienen muy buenas propiedades y antioxidantes, pero también menos calorías.
Es verdad que las frutas al tomarse crudas, siempre que estén en su estado de mayor frescura, conservan intactas todas sus vitaminas, pero muchas verduras también se consumen crudas, y por tanto tampoco se desaprovecha nada, y las que necesitan una cocción previa, ya hemos explicado cómo hay que hacerlo para que prácticamente tampoco pierdan nada.
De las “5 al día” de las que ya hablamos en su día, os recuerdo que 3 raciones tienen que ser de hortalizas en general y solo 2 de frutas, y ambas de todos los colores para que tengan propiedades diferentes.
En el tercer escalón aparecen las proteínas, que deberían estar en el segundo, diferenciando bien las diferentes clases que hay de las mismas.
Deberían estar en este segundo escalón las carnes blancas, pero no solo el pollo, que todos consumen, aunque un pollo entero tiene una cantidad de grasa saturada increíble, sino solomillos y cintas de lomo de cerdo bien “pelados”, es decir a los que se les quita previamente toda la grasa visible del exterior, el conejo, también muy limpio de grasa y que muchos ni han probado aunque es sanísimo, las codornices y perdices… y el avestruz, típica “carne de color rojo” pero sin nada de grasa y con un solo inconveniente, que su precio es algo elevado.
Deberían estar también aquí muchos pescados blancos y azules y mariscos, entre los cuales se pueden buscar los más económicos como los mejillones.
En su conjunto, más veces pescado que carne a la semana, que puede ser perfectamente congelado si no se tiene la facilidad de adquirirlo fresco.
También la leche y yogur desnatados, y los quesos duros, semi duros y blandos sin abusar.
Y huevos, que tienen una proteína de gran calidad.
Pero al pobre huevo le “colgaron el muerto”, hace casi “siglos”, que tenía mucho colesterol, y muchos se han quedado allí estancados.
El huevo tiene evidentemente colesterol, pero va acompañado de un fosfolípido, la lecitina, que impide que se absorba una gran cantidad del mismo.
La American Heart Association, o Asociación Americana del Corazón los limitó a 3 a la semana en 1973, luego aconsejó hasta uno diario, si no se tenía ninguna patología, y los últimos estudios ya aconsejan también uno diario aunque haya habido algún episodio cardiovascular.
Deben tomarse, sin embargo, mucho menos a menudo las carnes típicamente rojas, no solo los chuletones, sino los simples filetes de ternera que tienen toda la grasa incrustada en la masa muscular, con lo que, a simple vista, no se puede detectar, y sin embargo cuántos se consumen a la semana porque el amo-ama de casa no programa con tiempo su alimentación semanal, y por falta de recursos o “imaginación” acude al consabido filete.
También debería aparecer aquí, en este segundo escalón, el aceite de oliva virgen extra, no en cantidad, pero siempre las 3 o 4 cucharadas diarias totales que recomienda la Organización Mundial de la Salud, OMS, tanto para aliñar como para cocinar.
En el cuarto o último escalón, deberían aparecer, es decir para tomar muy de vez en cuando, los azúcares simples como natillas, mermeladas, jaleas, chocolates, miel, helados, bizcochos y repostería en general… y siempre si son caseros.
Cada vez hay más evidencias científicas de los daños que produce el consumo continuado de azúcar.
Ahora muchos se han pasado a la panela, y se alaban sus buenas propiedades en Internet, pero no deja de ser un azúcar, sin refinar, que se obtiene al evaporar los jugos de la caña de azúcar y por tanto con «sabor dulce», que es lo peligroso, como ya vimos.
La bollería industrial, cargada de grasas trans, debería desaparecer del «mapa».
Con la que tampoco estoy de acuerdo totalmente es con la Pirámide actual de la Dieta Mediterránea por las razones siguientes.
1. En el primer escalón aparecen las hortalizas, las frutas y la actividad física regular, aunque siempre primando las primeras, y ambas siempre de muchos colores, amarillas, rojas, verdes, anaranjadas…
Esto tiene que estar ahí, por supuesto.
Pero quitaría por supuesto de este escalón las comidas con amigos que, por muy cordiales que sean y fomenten las buenas relaciones sociales, no dejan de ser un pretexto o una estratagema para grandes comilonas.
Y mucho más peligrosas son las actividades culinarias, hoy tan de moda, que también colocan aquí, pero que son una «trampa mortal», añadiendo siempre nata y mantequilla por todas partes.
2. En el segundo escalón, además del agua normal, del grifo, que no son ni mucho menos los refrescos, yo pondría las proteínas saludables, de las que acabo de hablar, y el aceite de oliva virgen extra en la cantidad ya indicada.
No hay unanimidad a la hora de decidir cuál es la cantidad de agua que debemos ingerir diariamente.
La mayoría habla de un mínimo de 2 litros diarios, y otros dicen que es más razonable beber lo que el cuerpo pide, y desde luego cuando yo era niña nadie iba con la botellita de agua debajo del brazo como es ahora tan frecuente.
Sí que habrá que tener cuidado, sobre todo en verano, con los bebés y con las personas muy muy mayores, que no tienen nunca sed, para que no se deshidraten, pero nada más.
¡Si se come sano, y ahí radica el problema, no hay que estar “enchufados” todo el día al agua, porque un gran consumo de agua no adelgaza como muchos creen!
Pero como muchos comen más de lo que deben, y sobre todo alimentos muy procesados, ricos en sal, azúcar y grasa se pasan el día bebiendo.
A fuerza de repetir que el agua es buena, y lo es, y que hay que beber, muchos hoy beben demasiada, de forma compulsiva, lo que puede convertirse en un problema para la salud como es la potomanía, un trastorno desconocido hace años.
¡El consumo de agua embotellada y de refrescos, para cumplir lo que nos cuentan sobre el tema de la hidratación, se ha convertido en un gran negocio!
El 20 de enero de 2015 se realizó una revisión de la conocida como “Pirámide de la alimentación saludable”, y que es “más de lo mismo” dados los personajes que la han revisado y que siguen anclados en el pasado.
¿Será que se prima ante todo la buena salud de la industria alimentaria en lugar de la buena salud de los consumidores?
¿Cómo no va a ser así si en su elaboración han contado con la “valiosa” colaboración de Coca Cola España?
Estoy mucho más de acuerdo con lo que se llama My Plate, creado en 2011 y del que hablaremos próximamente.