Los españoles suspendemos en la higiene bucal pues son muy pocos los que se lavan los dientes 3 veces al día, después de cada comida importante, como recomiendan los odontólogos.
7 de cada 10 españoles no se cepilla los dientes 3 veces al día y solo el 43% acude al dentista 1 vez al año.
Y se trata no solo de nuestra salud bucal, sino de nuestra salud general.
Para disfrutar de una boca y una sonrisa bonitas, y por tanto sanas, algo que todos queremos tener, hay que realizar una buena higiene bucal a diario.
Además la mayoría se los lavan de una manera incorrecta, y existen técnicas para hacerlo bien, y durante un tiempo suficiente que no debe ser menor de 2 minutos.
Lo ideal es cepillarlos durante 3 minutos cada vez y todos los días.
Como siempre, os voy a dar mi opinión sobre estos cepillos eléctricos puesto que he probado los dos sistemas y no tengo ningún interés económico en que escojáis uno u otro, como sucede con todo lo que os aconsejo.
La técnica de cepillado si se realiza de forma correcta no solo no reduce el tiempo de cepillado, sino que lo iguala o incluso lo aumenta respecto al cepillado manual.
Y hay que tener paciencia para pasarlo minuciosamente diente por diente y cara por cara.
¡Pero la limpieza es mucho más profunda y los dientes quedan relucientes!
Las ventajas del cepillo eléctrico son las siguientes:
1. Vienen equipados con una variedad de funciones, algunas de ellas muy interesantes, que les hace ser más cómodos y más efectivos contando con el mismo tiempo de cepillado, o sea que limpian más eficazmente que los manuales y, además, el cepillado resulta más sencillo.
2. Los modelos actuales llevan incorporados unos sensores de presión que nos indican si nos estamos cepillando demasiado fuerte, es decir que “protestan” cuando se ejerce demasiada fuerza sobre los dientes apareciendo una lucecita roja o bien deteniendo su funcionamiento.
De esta manera se puede automáticamente bajar la presión sobre los dientes, frotando de una manera más ligera, algo que no se puede hacer con los cepillos normales.
Conozco a varias personas que se lavan o se han lavado los dientes desde pequeños con tanta fuerza, como si estuvieran limpiando los zapatos, que se han desgastado hasta las encías, creyendo que al ejercer tanta presión quedarían más limpios.
Este percance, grave en mi opinión si se hace muy a menudo, en un cepillo eléctrico no sucederá puesto que previamente nos avisará y podremos evitarlo.
3. Llevan incorporado un temporizador, es decir un contador de tiempo, que cada medio minuto nos avisa, para saber si estamos cepillando lo suficiente cada zona.
4. Para un mismo modelo de cepillo eléctrico, hay varios tipos de cabezales, y cada uno escogerá el que más le guste, el que se adapte mejor a su boca, el que le permita acceder a todas las zonas con facilidad, o con el que crea que sus dientes quedan más limpios.
Hay quien prefiere los cabezales alargados si sus dientes son grandes, otros los prefieren redondos o ligeramente ovalados, o también redondos pero con doble cabezal.
Con los cabezales pequeños se puede acceder mejor a las zonas complicadas a las que es más difícil llegar.
5. Nos indican también mediante una lucecita intermitente verde que hay que recargarlos porque se están agotando.
6. Si os vais de viaje para pocos días, la carga os puede durar hasta una semana, y el cepillo completo, sin su soporte no ocupa nada, como un cepillo normal.
¡Y si estáis acostumbrados a él… lo echaréis en falta!
Para quienes son aconsejables:
Como los cepillos eléctricos son más fáciles de utilizar que los manuales, aunque el tiempo de cepillado sea similar, son especialmente recomendables para personas mayores que tengan dificultades mentales o físicas, por ejemplo con menor destreza manual o con una movilidad reducida en hombros, brazos y manos, como en los casos severos de artritis.
Al tener el mango más grueso que el manual estos pacientes los sujetan mejor y con menos esfuerzo.
Por supuesto que cepillarse los dientes es solo una parte de un cuidado bucal rutinario completo.
La Asociación Dental Americana, ADA, recomienda varias cosas:
♦ Sustituir el cabezal cada 3 o 4 meses, o antes si se las cerdas se desgastan, o han perdido firmeza, o se abren como si se hubieran desflecado, que es lo que suele ocurrir más a menudo, lo mismo que en los cepillos manuales.
Un cepillo de dientes desgastado, manual o eléctrico, no servirá para limpiar bien los dientes.
♦ Si se tienen espacios vacíos entre los dientes, aunque solo sea en la parte superior de los mismos, donde termina la encía, hay que limpiar estos espacios a diario con un limpiador interdental o interproximal pequeñito y que quepa.
Si solo entra la parte superior, porque el espacio entre los dientes después se estrecha, no lo forcéis y pasaros directamente al hilo dental que es el único que cabrá.
Con él hay que tomar ciertas precauciones.
Empezar por la parte superior y bajar muy despacio, sobre todo en los dientes de la mandíbula inferior, ya que si lo hacéis con fuerza este hilo os puede dañar la encía y hacer que sangre.
Las bacterias que causan la caries sobreviven en estos pequeños «agujeritos» entre los dientes, allí donde las cerdas del cepillo no llegan o lo hacen con dificultad.
Estas operaciones tan simples ayudan a eliminar la placa y las partículas de alimentos entre los dientes y bajo la línea de las encías evitando caries entre diente y diente y mantienen nuestras encías sanas.
Ni se os ocurra utilizar, como antaño, los odiosos palillos de madera, por muy a mano que se encuentren en todos los restaurantes, cafeterías y bares.
Además de antiestéticos y de mala educación, a no ser que se usen en privado, pueden ser causa de infecciones.
♦ También hay que seguir una alimentación equilibrada y limitar los tentempiés entre comidas, y mucho más los picoteos.
♦ Es aconsejable visitar al dentista por lo menos 1 vez al año para una limpieza general, y antes si se nota algo raro, sensibilidad por ejemplo al frío más que al calor lo que podría resultar ser una pequeña caries.
Cuanto más pronto se arregle mejor será para la salud de ese diente determinado y de toda la boca en general.
♦ También es importante usar una pasta dentífrica fluorada, aunque en mi opinión, deben llevar muy pequeña cantidad de flúor.
♦ Se recomienda también cepillarse la lengua para eliminar las bacterias y mantener el aliento fresco, algo que todavía se debe hacer mucho menos.
¿Sirven estos cepillos eléctricos para los niños?
En niños muy pequeños se aconseja que los papás les empiecen a cepillar los dientes mejor con el cepillo manual y desde que empiezan a tenerlos.
A partir de los tres años estaría bien que primero se los cepillaran los padres y luego dejaran al niño solo para que así fuera adquiriendo el hábito.
Es decir que serían 2 etapas, en la primera limpian los padres y a continuación sigue el niño, para que se sienta mayor e importante al hacerlo él solito.
A partir de los 6 años se puede plantear el uso del cepillo eléctrico porque si los padres ya lo tienen ellos se sentirán más motivados, aunque hay que explicarles muy bien la técnica, puesto que el cepillo eléctrico mal utilizado, lo mismo que el manual no sirve de mucho.
Yo también lo recomiendo.
Aquí tenéis muchos modelos y para diferentes edades, y si queréis adquirirlo en Amazon, pinchad aquí.
La última innovación es el cepillo de dientes Braun Oral-B Pro 7000 Smart Series con Bluetooth incorporado, al estilo de otros dispositivos, como los monitores de actividad y SmartWatches tan de moda últimamente.
Se conecta a nuestro smartphone y no es ciencia ficción, ya está en el mercado, solamente vale, de momento, una «pasta».
Se asociará con una aplicación disponible para Ios o Android y permitirá tomar todas las mediciones y controles, así como el tiempo de cepillado y la presión ejercida en los dientes, avisándonos cuando es excesiva.
Esta aplicación tan inteligente, sabiendo lo aburrido que puede llegar a ser cada cepillado, permite, además, ver una serie de elementos para entretenernos mientras acabamos de limpiar bien nuestra boca, por ejemplo poder consultar nuestras citas diarias, las últimas noticias, vídeos o incluso el tiempo que hará esa semana.
Este cepillo no solo nos ayudará en nuestra higiene bucal diaria, llevando un registro de nuestras limpiezas diarias, sino que será ideal para los que tienen niños en casa, pues permite llevar un control exhaustivo de cuando y durante cuanto tiempo se limpian los dientes.
Dispone de varios modos de limpieza predefinidos, así como la posibilidad de ser usado en conjunto con nuestro dentista, pudiendo marcar zonas de la boca que necesitan un cuidado especial para crear un modo personalizado.
También funcionará de manera independiente al teléfono, así que no hará falta tenerlo en el baño cada día, pues el propio aparato almacenará hasta 20 lavados, de manera que podamos sincronizarlos más tarde, ya sea con el teléfono o con el propio monitor que incluye el paquete.
Y para los que tienen niños en casa, permite llevar un control exhaustivo de cuando y durante cuanto tiempo se limpian los dientes.