¿Es peligroso un horno microondas?
■ Las microondas son ondas electromagnéticas como las de la luz solar, las de la radio y las de la televisión, pero de diferente frecuencia y longitud de onda.
Todas ellas son invisibles, se propagan en línea recta, y en el caso de las microondas utilizadas en nuestros aparatos caseros, se dispersan después no quedando almacenadas en los alimentos.
La emisión de microondas cesa automáticamente en el momento en que se termina el tiempo programado o se abre la puerta del horno, lo mismo que la luz desaparece al apagarla.
■ Sabemos que existen dos tipos de radiación, la ionizante como los rayos X, los gamma y los ultravioleta… y la inofensiva no ionizante como las microondas usadas en estos aparatos domésticos, y éstas no lo son precisamente por su frecuencia y su longitud de onda.
Estas ondas se encuentran situadas, en el espectro electromagnético, entre los rayos infrarrojos y las radiofrecuencias, lejos de los rayos X y los rayos gamma, y por tanto en ningún caso son ionizantes como los anteriormente citados.
■ La longitud de onda de las microondas empleadas para la cocción en los hornos domésticos es pequeña, unos 12 centímetros frente a la de las ondas de la radio o de la televisión que oscila entre el metro o varios kilómetros, y de ahí el nombre de microondas.
Pero sin embargo tienen una frecuencia alta, de 2450 megaherzios o lo que es lo mismo 2450 millones de herzios.
■ Las ondas de la radio se transforman en sonido, las de la televisión en imagen, y las microondas son absorbidas principalmente por las moléculas de agua, azúcares y grasas de los alimentos, haciéndolas cambiar de polaridad, es decir «vibrar», para que todos me entiendan, a una velocidad igual a su frecuencia, es decir a una velocidad de 2.450 millones de veces por segundo.
Este «frotamiento», lo mismo que sucede cuando hace frío y nos frotamos las palmas de nuestras manos fuertemente entre sí, genera un calor y éste nos va a cocer los alimentos.
■ Como las radiaciones no ionizantes no producen ningún daño en las células, ni cambios químicos en un organismo que esté expuesto a ellas, el microondas no es perjudicial. De hecho estas ondas electromagnéticas se emplean muchísimo con fines terapéuticos.
■ El único requisito indispensable a la hora de escoger un microondas es que cumpla las normas de seguridad establecidas y que si sufre algún golpe sobre todo en su puerta, sea revisado inmediatamente por el Servicio Técnico correspondiente.
■ Una buena precaución, que yo os recomiendo, es que procuréis no estar delante del microondas mientras está funcionando, lo mismo que se aconseja no sentarse demasiado cerca del televisor, no dormir con un despertador o la radio cerca de la cabeza, no dejar el móvil cargándose en el dormitorio, no pasar muchas horas ante la pantalla de un ordenador…
■ Y hace ya muchos años que no hay interferencias entre los marcapasos y los microondas dados los extraordinarios avances tecnológicos que han experimentado ambos.
■ Existe un estudio que la mayoría de las personas desconocen, en el que se dice que las maquinillas de afeitar pueden tener efectos nocivos si se usan durante más de 2 minutos y 1/2 al día, puesto que funcionan pegadas a la cara, y algo parecido sucede con el secador de pelo que todos usamos más o menos frecuentemente.
■ Como colofón a todo lo dicho, la Guía Nacional de la Universidad Tufts de Boston, uno de los centros de mayor prestigio de los Estados Unidos, confirma que el horno de microondas no sólo es seguro, sino que ofrece además aspectos positivos desde el punto de vista nutricional en relación con otras técnicas culinarias.
■ Todo lo que circula en Internet y a veces en medios de comunicación no suficientemente informados hablando “pestes” de los microondas es puro terrorismo digital y comercial.
¡Conozco a muchas personas “de carne y hueso” que llevan usándolos desde que aparecieron en los años 70… y gozan de una salud envidiable!