Como os prometí en el post de los productos procesados, aquí os voy a dar algunas pistas para evitarlos al máximo en los niños, que son más vulnerables.
Hay varias alternativas sin tener casi que cocinar, además de las que ya os puse en el caso de los bocadillos o de las cenas rápidas, que es cuando más salchichas y embutidos loncheados toman.
Si tenéis siempre en el congelador algún envase de merluza congelada, corazones, centros, ventrescas, lomos… descongelarlos y cocinarlos no os supondrá más de 5 minutos como veremos a continuación.
¿Que a los niños no les gusta el pescado?
Pues es lo que más deberían tomar por las noches ya que es lo que menos consumen en las guarderías y colegios, y nunca frito ni rebozado, como las famosas «varitas» que ya toman al mediodía.
Se pueden cocer en 3 o 4 minutos en el microondas, con un poquito de gracia, empleando ciertos trucos.
1. Cocinándolos con un hilito de un buen aceite de oliva virgen y sal aromática.
No os olvidéis nunca de la palabra virgen, porque aceite de oliva a secas… es otra cosa como todos sabéis .
2. O con hierbas y especias de todo tipo que les puedan gustar.
Si no las han probado nunca, podéis ir acostumbrándolos.
3. O acompañarlos después con salsa de tomate casera o sin aditivos.
4. Nunca ketchup que lleva demasiada azúcar, solo de vez en cuando.
5. Ni salsa de soja que también la lleva, además de glutamato sódico que, a la larga, puede crear alergias y adicción y que, además, tiene jarabe de glucosa y fructosa, peores que el azúcar mismo.
6. O con mayonesa o cualquiera de sus derivados, salsa tártara o salsa rosa, siempre caseros. En estos Youtubes muy cortitos podréis comprobar que no se tarda nada en elaborar cualquiera de ellas.
Aunque no hayan probado nunca alguna de estas preparaciones, ya veréis como les gusta.
¿Qué aun así no les gusta el color?
Espolvorear por encima perejil o cebollino picadito.
¿Qué no les gusta “lo verde?
Intentar jugar con los colores.
1. Esparcir por encima, por ejemplo, clara de huevo duro picada, que también se elabora en el microondas, para que parezca todo nevadito.
De esta manera, además, aumentamos la cantidad de proteína saludable.
2. O trocitos de zanahoria o de calabaza ya cocida, o de tomate crudo.
3. Si les gusta el queso, rallárselo con el clásico rallador que hace «gusanitos» y, a ser posible, hacérselo en casa.
Además de estar recién rallado, sabréis en todo momento lo que les estáis dando, si es un manchego tierno, o uno de tetilla, o un emmenthal…
Podéis aprovechar así cualquier resto que se os ha quedado en la nevera, si está bueno y solamente se ha puesto duro. El que ya viene rallado y envasado puede tener un poco de todo…
4. También, si les gustan, podéis rociar los platos con palomitas de maíz elaboradas por vosotros con maíz hinchable, o simplemente con granitos amarillos de maíz cocido.
Nunca el maíz especial industrial envasado en bolsas para meterlas tal cual en el microondas que están cargadas de grasas trans.
El maíz natural es un es un alimento muy completo que suele gustar mucho a los críos.
5. Si queréis acostumbrarles a las verduras en general, con un pelapatatas de cuchilla transversal, de los múltiples que hay en el mercado, podéis cortar tiras de muchas verduras de varios colores, de calabacín, zanahoria, pepino…
Si les gusta la zanahoria y el pepino crudos mejor que mejor, y como estos pelapatatas no son peligrosos, les podéis enseñar a que las hagan ellos mismos, siempre delante de vosotros por supuesto, y durante un fin de semana por ejemplo.
El ser partícipes les encantará, y será un motivo más para aficionarles al mundo de la comida.
Y si no les gusta la zanahoria cruda, se pueden cocer estas tiras muy ligeramente en su jugo en el microondas, lo mismo que las de calabacín.
Tampoco deberíais acostumbrarles a los yogures edulcorados con azúcar y mucho menos con edulcorantes artificiales o con sabores a frutas que no la han “olido” ni de lejos.
Solo llevan aromas artificiales de las mismas y sus correspondientes conservantes.
En cuanto los prueben, rechazarán los naturales.
Picadles vosotros mismos frutas frescas como kiwis, plátanos, naranja, mandarina, fresas… Incrementareis también la cantidad de fruta diaria que toman, que también suele ser menor de la que deben.
A los niños hay que «educarles el paladar» desde pequeñitos, y esto lo explican varios estudios científicos como ya os expliqué en este post.
Hay que inculcarles, aunque sea muy despacio y a paso de tortuga, el «amor por los alimentos saludables”.
También lo afirman multitud de pediatras como el Doctor Alfonso Delgado, con múltiples cargos y premios.
Es catedrático de Pediatría y Puericultura de la Universidad CEU San Pablo de Madrid desde 2009 hasta la actualidad, y desde Junio de 1998 hasta Junio 2009 fue Presidente de la Asociación Española de Pediatría.
De lo contrario, si no les educáis desde chiquititos, se harán unos especialitos, como muchos que ya lo son, a los que no se les ha enseñado a comer y con ello lo único que conseguimos es que los niños españoles sean los que más sobrepeso y colesterol tienen de toda Europa, cada vez a edades más tempranas.
Y también empiezan a presentar diabetes tipo II, algo impensable hace años.
¿Sabéis lo que dice al respecto el mismísimo Ferrán Adriá?
«No hay comida rara, hay gente rara”.
Pero si ven que sus padres están tomando otras «cosas» nada saludables, como algunas pizzas industriales que llevan de todo, los niños querrán lo que ven y nunca lo que les estéis ofreciendo.
Ya sé que los padres en la actualidad lo tenéis difícil, muy difícil y que tenéis que luchar a brazo partido con el entorno, pero muchos lo consiguen, a base de esfuerzo, sacrificio y tesón.
En las numerosas fiestas de cumpleaños a las que asisten, ya tendréis que hacer la vista gorda y dejarles tomar de todo, cuando todo suele ser muy poco saludable.
¡Pero será solo de vez en cuando!
Lo mismo que nadie nos ha enseñado a alimentarnos, tampoco nos han enseñado a ser «buenos padres» y hoy es casi imprescindible.
Todos los padres necesitan ayuda e información ya que los niños no vienen ni con un pan debajo del brazo ni con un libro de instrucciones.
Muchos os habréis enterado de que David Cameron, Primer Ministro del Reino Unido piensa en «clases de paternidad» para impartir disciplina a los niños.
La información por partes de los padres es fundamental ya que ellos son los primeros que pueden transmitirla a sus hijos.
A veces he dado charlas en colegios a mocosos de 6 años y me he quedado gratamente sorprendida de lo que sabían de alimentos sanos, casi un 80% de la clase.
A todo esto os puede ayudar el libro de Valentín Fuster, del cual ya os he hablado en alguna ocasión, para que los niños vean sus grabados mientras los padres les leen el texto.
Hace tan solo unos días, algunos lo leeríais, el vicepresidente de Coca-Cola Company y Director de Marketing ha declarado que «España es uno de los países más importantes para su compañía, y que es una bebida para todo el mundo».
En Finlandia por ejemplo, y en muchos otros países, estos refrescos con o sin azúcar están gravados con unos impuestos altísimos para evitar su consumo excesivo.
Aquí, se ponen en oferta continuamente, los tamaños grandes mucho más, 2 por 1 por ejemplo.
Así que, ¡todos tan contentos!… salvo los padres responsables que, desgraciadamente, sois una minoría grande.