¿Qué cantidad de aceite se debe consumir diariamente por persona y de qué clase?
Si nos atenemos a lo que recomienda la OMS, Organización Mundial de la Salud, para las personas cuyo crecimiento ha concluido, con 3 cucharadas soperas, es decir 30 gramos diarios ya sería suficiente. Contando siempre con el que se utiliza en crudo, para aliñar, o el que se emplea para cocinar.
Lo que equivaldría a unas 270 calorías o kilocalorías.
Esto significa un consumo mensual per cápita de 1 litro aproximadamente, algo perfectamente asumible aunque su precio «parezca» elevado.
El que no tenga problemas de aumento de peso, porque «quema lo que come», puede llegar a las 5 cucharadas diarias, 45 gramos.
Sin embargo, aunque se esté queriendo perder peso, esta cantidad no debe bajar nunca de 1 cucharada diaria ya que, en ese caso, tendríamos un déficit de vitaminas liposolubles, precisamente las que van «disueltas» en las grasas, y de antioxidantes que posee únicamente el aceite de oliva virgen.
¿Qué clase de aceite es el más saludable para consumir?
Pues hay que aclararlo sin «miedo», el aceite de oliva virgen o virgen extra, tanto en crudo, como para guisar o freír ya que es el más saludable.
Aunque muchos alegan que es caro o muy caro, ¿qué representa en la cesta de la compra el consumo de 1 litro mensual por persona, frente a los litros, por ejemplo, de refrescos azucarados o light que se consumen durante todo el año y que estropean todos ellos nuestra salud?
¿Por qué motivos es el más saludable?
♦ Porque es realmente nuestro «oro líquido»,
♦ Por su riqueza en ácido oleico, en vitaminas y en antioxidantes como los polifenoles,
♦ Porque es el más estable,
♦ Porque «crece» cuando se calienta, al dilatarse.
Sin embargo, y tristemente, no es el que más se consume en nuestro país, ya que este primer puesto le corresponde al aceite de oliva a secas, sin más adjetivos, que es aceite de oliva refinado, al que se le añade una pequeña cantidad de aceite de oliva virgen para darle sabor ya que no tiene ninguno.
¡Y no es ni de lejos parecido!
Aunque es el que ha estado presente en muchos hogares durante años, y puede que lo siga estando en su nuevo formato, no es ni mucho menos, como pone en su nuevo envase, «el ideal para cocinar».
Al revés, en la actualidad yo no lo recomendaría para nada y, en mi opinión, con esta afirmación están equivocando al consumidor que no tiene por qué ser un experto en aceites.
¿Por qué no declaran en casi ningún envase de ninguna marca que se trata de aceite de oliva refinado, y la palabra refinado se la «tragan», nunca mejor dicho, o la ponen con un tamaño de letra tan chiquitito que casi no se ve?
Con poner en letras bien grandes que llevan aceite de oliva ya se conforman, así que ¡¡fijaros en la etiqueta antes de comprar!!
Ahora bien, el aceite de oliva se utiliza en muchas ocasiones como «gancho« para comprar en un determinado supermercado, poniéndolo de oferta, incluso a un precio muy por debajo de las cotizaciones en origen y de los costes de producción.
Esta práctica la ha denunciado La Agencia de Información y Control Alimentario (AICA).
El aceite de oliva virgen extra, el fetén, debe aclarar de qué variedad de aceituna se ha extraído o, si se han prensado conjuntamente varias clases de frutos, que es lo que se llama «coupage».
Este último no tiene por qué ser menos bueno que el monovarietal, ¡¡pero no suelen aclararlo nunca!!
Se puede tener en casa más de una variedad de aceite de oliva virgen extra, lo mismo que ya suelen existir, en muchas cocinas, varios vinagres de diferente aroma y sabor, de vino blanco, de sidra, de manzana…
En nuestro país hay 260 variedades distintas de aceitunas, pero entre los aceites, los que más se conocen y utilizan con sabor intenso son el Hojiblanca, el Cuernicabra, el Picudo, el Empetre, el Picual que es el más estable y por tanto muy aconsejable para freír….
Entre los más suaves tenemos el Arbequina que, a pesar de ser el menos estable, nos servirá para todo, mayonesas caseras, bizcochos, masas…
Así que podéis tener, en casa, al mismo tiempo, dos variedades distintas de aceites virgen extra, uno con sabor intenso y otro con sabor suave, dependiendo de la preparación que vayáis a realizar.
Eso sí, utilizad el mejor, pero sin pasar de las cantidades recomendadas porque, al ser el alimento que más calorías tiene, seguido del alcohol que tiene 7 calorías o kilocalorías, es uno de los mayores «culpables» de la obesidad existente en nuestro país, tan aficionado a los «fritos» de todo tipo.