¡Bienvenidos todos!
Para muchos es después del verano cuando realmente comienza el año.
Llegan cargados de buenas intenciones, hacen cambios y proyectos y toman nuevas decisiones como comer sano, ir al gimnasio, aprender inglés…
¿Sabéis qué sector no ha notado la crisis o muy poco?
Los gimnasios, porque muchos, hartos de oír por todas partes que hay que realizar ejercicio, o por lo menos moverse, se apuntan por adelantado a varios meses o trimestres, porque les sale más barato, y luego como mucho, o van los primeros días, o directamente no aparecen.
Esto viene a cuento porque el blog también va a cambiar un poco y se va a publicar 2 días a la semana, todos los lunes y los jueves.
Todos los que estáis suscritos al blog seguiréis recibiéndolos puntualmente, y para los que no se hayan atrevido todavía a hacerlo, es muy fácil y ya lo expliqué en su día.
Hay ya 328 posts publicados, la información que contienen es enorme, abarca muchos temas diferentes, y yo creo que han sido interesantes para la mayoría de vosotros.
También más de 11.000 comentarios, que muchos también leen y a los que están suscritos, porque también los consideran importantes y dicen que les aportan mucho.
Con todos estos datos, me parece que ha llegado el momento de darle un pequeño respiro.
Los nuevos que me encuentran por casualidad, «brujuleando» por Internet, y que se incorporan al blog, porque la llegada de nuevos lectores no para, ni siquiera lo ha hecho en el mes de agosto, cosa que me satisface enormemente, se sienten totalmente abrumados al encontrarse con tantos datos interesantes y variados, sobre todo si van buscando un estilo de vida saludable y una buena organización en el hogar, y hasta se asustan… , así que vamos a ir un poco más pianito, pianito….
A los que saben moverse en la red les resulta muy fácil acudir al Buscador Personalizado de Google que os he instalado en el blog, y van seleccionando los temas que más les interesan para leerlos por orden de prioridades.
Otros empiezan desde el principio, puesto que todos los títulos publicados se visualizan fácilmente en la columna de la derecha, y van leyéndolos a ratitos, y otros, si tienen prisa y quieren resolver su problema en el momento, como “saben que contesto siempre y a todo el mundo”, acaban antes mandándome un correo y preguntando directamente lo que les interesa, muchas veces preguntas que requerirían varias horas para contestarlas por escrito porque incluyen muchos temas al mismo tiempo, no solo es una pregunta escueta.
En estos casos, cuando me es imposible contestar y también sería imposible para ellos asimilar tanta información en la que no puedo adentrarme en detalles, sino que forzosamente tiene que ser tipo telegrama, algo que no me gusta, les brindo la posibilidad de que me llamen por teléfono, algo que evidentemente muy pocos hacen.
Ningún escritor, que yo sepa, pone sus teléfonos a disposición de sus lectores, y no son números de pago 900, y desde mi primer libro en papel que escribí en 1996, y en los 17 restantes, mis teléfonos y mis señas de correo han aparecido siempre, aunque Espasa, mi editorial, me tachara de loca.
Mis estadísticas personales me han confirmado que entre mis lectores, salvo honrosas excepciones, que las hay, además entre jóvenes de ambos sexos, los menores de 40 años hacen caso omiso de mi ofrecimiento, y no llaman, prefiriendo quedarse sin la información que requerían.
La manera de comunicarse en la red, por mail o con los comentarios, me parece fabulosa pero, personalmente, cuando quiero saber algo fidedigno de alguna empresa prefiero llamar directamente y hablar con una persona física, y me entero de muchas más cosas.
¡Y llamo mucho y me atienden sin saber quién soy!
No llamo nunca a las empresas que solo ofrecen un número 900, y que tampoco se encuentran en la web no más números 900, y os aseguro que ellas se lo pierden, porque si yo tengo información veraz, que la mayoría de las veces contrasto por otros medios, podría hablar más o menos de sus productos aun sin citar marcas, cosa que ya sabéis no me gusta y no suelo hacer.
Si solo ofrecen un correo, algo totalmente anodino para un posible cliente, ya sé que primero me van a pedir varios datos para inundarme de publicidad, aunque esté prohibido, o que en la mayoría de las veces no me van a contestar, o lo van a hacer con «patochadas».
Como no tengo equipo de ningún tipo, la única persona que va a coger el teléfono y a dar información soy yo, solo yo, y si yo brindo mis teléfonos, porque para más inri ofrezco dos, un fijo y un móvil, es porque no me molesta en absoluto.
¡Es mucho más rápido y es infinitamente más productivo y eficaz hablar que escribir!, y los que me conocéis ya sabéis que soy muy práctica.
Si en ese momento no puedo atenderos, muchas veces estoy hablando por la otra línea, os pido que volváis a llamar un poquito más tarde o a tal hora, tan fácil como eso.
Ni vendo nada, ni pido datos de ningún tipo, nada de nada, porque solo pretendo ayudarles y aclarar sus dudas, nada más.
Tan solo desde hace algunos meses sí que les estoy preguntando su edad para mis propias estadísticas, ya que aunque me lo imaginaba, quería asegurarme de quién se “atrevía” a llamar y quién no.
Quizás los de mi generación seamos distintos, pero hablando se entiende la gente, y ahora todo se hace con «artilugios» más o menos sofisticados.
Hasta cuando mando un WhatsAap prefiero mandarlo grabado… porque es mucho más rápido y personal que escribirlo, y eso que teniendo el teclado SwiftKey es una maravilla porque el sistema va adivinando el texto y no hay ni que levantar el dedo del teclado.
Como estoy muchas horas diariamente sentada delante del ordenador, muchas veces la primera beneficiada soy yo porque dejo de teclear durante unos minutos.
El ser humano está hecho para comunicarse con el habla y no solamente con artilugios o maquinitas, como se hace actualmente.
Comprendo que como nadie ofrece esa oportunidad, ni en la red, ni en libros, ni en ningún sitio…, sientan sus miedos correspondientes, pero tampoco nadie cocina como yo, salvo mis seguidores, y muchos cada día se suman a esta manera de hacerlo totalmente revolucionaria, innovadora y diferente, aunque al principio desconfíen.
Además, lo tienen muy fácil, prueban a hacer algo que yo he cocinado o aconsejado… y ven con sus propios ojos los resultados y si es «cuento» o verdad.
Por otro lado, muchos queréis que vaya colgando poco a poco en formato digital mis 18 libros en papel que tuvieron tanto éxito, más de 95 ediciones en total.
Pero como la mayoría de ellos tienen muchos años, hay que renovarlos, modernizarlos y rehacer muchas de las recetas, porque lo mismo que muchos alimentos han cambiado, aunque no lo parezca, de las técnicas modernas de cocinado que son las que yo manejo, cada vez se aprenden más cosas y yo particularmente no dejo de investigar y experimentar con el fin de que el hecho de cocinar en casa deje de ser una carga y se transforme en algo agradable, cómodo, creativo, divertido y hasta muy gratificante.
Cuántos de los que posiblemente me estén leyendo me han contado, «petit comité», que no solo se han aficionado a la cocina sino que la están disfrutando, añadiendo además la satisfacción de haberlo hecho ellos mismos, solitos.
Pero, aunque no lo parezca, tengo que teclearlos de nuevo, prácticamente enteros, porque el formato en el que yo los mandé a Espasa no admite transfórmalos directamente en pdf y epub y ¡esto me supone cientos y cientos de horas!
Por de pronto, además de los 4 que ya podéis adquirir en formato digital, el próximo, posiblemente antes de navidades, será uno de microondas, y de las pruebas que voy haciendo ya voy colgando fotos en Instagram, una aplicación gratuita para los móviles.
¡Así que seguirán saliendo más ebooks o libros digitales, como muchos de vosotros anheláis!
El próximo día, jueves 29, os pondré una entrevista que me han hecho este verano en RNE, por si alguien me quiere escuchar.