A pesar de las numerosísimas campañas que promueven un mayor consumo de alimentos saludables, y de los múltiples estudios científicos que demuestran sus efectos tan beneficiosos, los alimentos como las carnes rojas con muchas grasas saturadas, así como los productos procesados y los embutidos que, además de mucha grasa también llevan mucho sodio,(sal) y bastante azúcar encubierto, los alimentos ricos en hidratos de carbono de absorción rápida, como las chucherías y la bollería y pastelería industriales, así como los refrescos, aunque sean light, son más consumidos de lo aconsejable, mientras que las frutas, las verduras, los productos integrales y el pescado no logran seducir a las personas.
Aunque la alimentación saludable aumenta cada día en todo el mundo, la alimentación malsana aumenta bastante más.
Así pues la alimentación saludable pierde posiciones frente a la comida basura o chatarra.
Hay incuso estudios recientes que demuestran que a los niños, desde pequeños, se les puede acostumbrar para que los alimentos saludables les acaben por gustar más que los que no lo son, sobre todo si no empiezan a probar demasiado pronto alimentos poco recomendables como las chucherías dulces o saladas.
Para que os hagáis una idea, una de estas bolsitas de chucherías lleva,
♦ jarabe de glucosa y de frutosa,
♦ jarabe de sorbitol,
♦ concentrado vegetal, (que no especifican),
♦ limón,
♦ cártamo,
♦ azúcar,
♦ agua,
♦ un gelificante que puede ser gelatina o pectina,
♦ proteínas de leche,
♦ almidón modificado,
♦ zumo de frutas (tan solo un 7,5%),
♦ dextrosa,
♦ maltodextrina,
♦ grasa vegetal,
♦ almidón de maíz para que las puedan consumir los niños celíacos,
♦ sal
♦ y los siguientes aditivos, E 901, E 903 y E 904, como agentes de recubrimiento y,
♦ como acidulantes el E 270, E 296, E 330, E 325, E 331 y E 471.
♦ Y, por si fueran pocos, también el E 100, E 120, E 133, E 141, E 150c, E 153, E 160c, E 163 y
E 171.
La bolsita costaba menos de 1 euro y el fabricante estaba encantado porque se vendían, hace 2 o 3 años, 14.000 bolsas diarias, ahora posiblemente más, porque tienen todo lo que tienen que tener para que a los niños les encanten, pero también todo lo que, a la larga, les va a perjudicar y estropear su salud si se toman demasiado a menudo.
Hace unos años, pocos, se recomendaba no tomar productos que llevaran más de 3 aditivos, sobre todo en el caso de los niños.
Como acabáis de ver, esta «chuche», especial para niños,¡¡ cumple esos requisitos a la perfección!!
¿Habéis contado cuántos tiene?
Luego, las autoridades competentes, se «extrañan» de que las alergias de todo tipo, en pequeños y mayores, se hayan disparado, así como las enfermedades del aparato digestivo, celiaquía, enfermedad de Crohn, enfermedad ulcerosa gastroduodenal…, sin nombrar los diferentes cánceres en niños, adolescentes y mayores, cada vez a una edad más temprana.
Según un informe publicado por la revista británica The Lancet Global Health, en la mayoría de los países del mundo, el consumo de alimentos poco saludables superó en los últimos 25 años al consumo de productos saludables.
Una de las conclusiones a las que llegó el estudio fue que las personas que viven en algunas de las regiones más ricas del mundo, como Estados Unidos, Canadá y Australia, siguen las dietas más pobres en calidad debido a su alto consumo de alimentos poco saludables.
Estados Unidos ha tenido una de las dietas de peor calidad, debido al alto consumo de alimentos que se podrían clasificar como realmente malos y dañinos para la salud y, en la actualidad parece que se están tomando ciertas medidas.
Se han acostumbrado desde hace años a la comida rápida, que adquieren incluso sin bajarse del coche, y que comen después, o conduciendo o viendo la televisión, con lo que no se dan cuenta ni de lo que comen ni de su cantidad, introducen simplemente alimentos en su organismo, nada más,
Consolémonos por lo menos con lo que una investigación reveló, que durante los años 1990 y 2010, había mejorado algo la calidad de la dieta en los países más ricos, consumiéndose menos alimentos poco saludables y aumentando el consumo de productos saludables.
La investigación, financiada por la Fundación Bill & Melinda Gates notó mejorías nutricionales en Mongolia y países de América Latina y el Caribe y observó también que países con poca riqueza como Mali, así como regiones del Mediterráneo como Turquía y Grecia, consumían más alimentos saludables, acercándose a lo que siempre se ha llamado la “dieta mediterránea” de la que hoy se habla poco y a veces mal.
Los países que deben poner límites al consumo de alimentos “chatarra” incluyen Bosnia, Armenia y República Dominicana», advirtieron los especialistas.
Los especialistas también notaron que los adultos mayores comen más alimentos sanos que los más jóvenes.
Lo mismo ocurre con las mujeres, que consumen, en general, comida más saludable que los hombres, sobre todo cuando están pensando en quedarse embarazadas.
Los investigadores también encontraron que los patrones dietéticos variaban incluso entre países vecinos, por ejemplo, los alimentos sanos se consumían menos en Argentina y más en el Brasil, mientras que los no saludables o perjudiciales se consumían también más en Brasil.
Como consecuencia de la guerra declarada a las grasas saturadas, en los países occidentales ha nacido “una fiebre antigrasa” y una obsesión por los productos desnatados o “light”.
El cardiólogo británico Aseem Malhotra pidió en la revista médica British Medical Journal que se deje de pensar en los alimentos con alto contenido en grasas saturadas como únicos responsables de los altos niveles de colesterol y del desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
«Los verdaderos enemigos son las grasas “trans” de los alimentos procesados, de la comida precocinada, y de la bollería industrial», advierte en una entrevista:
“Yo no compro ni como nada que se venda como «light» o bajo en grasa y eso es lo que les recomiendo a mis pacientes porque, a menudo, para suplir la falta de grasas saturadas que son las que confieren sabor a los alimentos, se añaden grades cantidades de azúcar, con lo cual es más dañino.
Sin embargo en muchos hogares solo se consumen alimentos de todo tipo “light”pensando que no engordan.
Según los especialistas, deben tomarse ya medidas políticas para ayudar a las personas a que sigan una alimentación saludable y puedan controlar la epidemia espantosa de obesidad que asola a muchos países del mundo.
El mensaje es simple, comer alimentos reales, de verdad.
Suecia, por ejemplo, se ha convertido en el primer país occidental que ha cambiado las pautas nutricionales, basándose en una revisión de 16.000 estudios, que reveló que una dieta baja en grasa, en carbohidratos y azúcares, contribuye a la pérdida de peso y a mantener el colesterol bajo.
Las mejores grasas son aquellas ricas en Omega 3 propias del pescado azul, de los frutos secos, en mayor cantidad en las nueces y del aceite de oliva virgen extra.
Ya sé que es políticamente incorrecto lo que voy a escribir, pero que cada día más científicos de verdad están diciendo a voces, y es que ¡«la poderosísima industria alimentaria, en todo el mundo nos está matando!»
Ahora bien, la pregunta es siempre la misma.
¿Quién le pone «el cascabel al gato» y se enfrenta a los poderosísimos lobbies de la alimentación que son capaces de “comprar” a más de la mitad de los investigadores de la La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA, que pertenecen a los Consejos de Administración de varias industrias alimentarias como podéis ver aquí?
¿Van a hacer informes en contra de sus propios intereses?
Esta misma semana, en medios de alta difusión nacional, se han oído las siguientes afirmaciones:
“una cosa es la nutrición y otra diferente cocinar para dar placer”,
lo cual es totalmente falso porque “somos lo que comemos” y se puede disfrutar de magníficos guisos o platos sin cargarlos de mantequilla y nata que no necesitan en absoluto.
Otra de las “lindezas” oídas ha sido que
“la dieta mediterránea necesita mucho tiempo para cocinar”,
y es así si se quiere seguir cocinando como años ha, sin utilizar, correctamente, las nuevas técnicas no solo culinarias sino de manipulación de alimentos.
¿Será que no interesa a nadie que se aprendan?