Plato crisp, cómo freír patatas en él

Como ya os avancé en mi post anterior, se pueden freír patatas en el plato crisp, pero dejándolas más tiempo del que indica el fabricante, hasta conseguir el dorado que os guste.

1. Poner como máximo 600 g de patatas, escogiéndolas preferiblemente gordas, dos que pesen 300 g cada una ya que se pelan mucho más deprisa.

Es la cantidad máxima que el fabricante recomienda.

En los nuevos modelos recomiendan solo 500 g.

Si hacéis una cantidad mayor no os quedarán bien, cogerán algo de color pero se quedarán blanduchas.

2.  Pelarlas preferiblemente con un pela verduras de cuchilla transversal que es el que menos “carne” elimina junto con la piel, zona en la que se concentra la mayoría de sus vitaminas y minerales.

3.  Si las laváis, algo que no hace falta si las patatas venían ya lavadas, secarlas muy bien con papel absorbente de cocina.Además de trabajar mucho mejor, vuestras manos no estarán mojadas y la estética será distinta a verlas chorreando agua y manchando la encimera.

Es muy importante aprender a cocinar, pero tanto o más es hacerlo de una manera pulcra, eficaz, rápida y sin manchurrear nada.

4.  Ahora, para cortarlas muy deprisa, cortar toda la patata primero en rodajascomo de 1 dedo de gordas, sobre una tabla de cocina y con el cuchillo grande de cortar carne bien afilado. Cogiendo después 2 o 3 rodajas juntas, cortarlas en palitos como de 1 centímetro de gordos, o más finos si así lo deseáis.

Se pueden freír hasta «patatas paja».

Procurad que todos salgan con un tamaño parecido, ya que se cocinarán mejor y de una manera más uniforme.

5.  Ir volcándolos en el plato crisp, añadir 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra y remover bien con 1 cuchara de madera para que todos se queden “manchados” de aceite.

6.  Pulsar el botón «Auto crisp», o «Jet Menu Crisp» en los modelos más modernos, y programar la «función patatas» especificando el peso.

A no ser que cocinéis una cantidad pequeñísima de patatas, os recomiendo que pongáis el peso máximo permitido, 600 o 500 g, porque las patatas, para que aparezcan bien doradas, necesitan más tiempo del que calcula el aparato.

Os aparecerá en pantalla el tiempo que van a tardar y, a la mitad poco más o menos, remover con la cuchara anterior.

7.  Cuando termine el tiempo programado por el aparato, si todavía os gustan más doradas, volver a remover y añadir algún minuto más poniendo simplemente la función «crisp».

En esta función el tiempo ha de teclearse a mano.

Estar atentos porque si ponéis un tiempo excesivo ¡¡se os pueden quemar!!

8. Si vuestro aparato no tiene varios niveles de función crisp, 1, 2, 3…, como el de patatas…, sino uno solo, el «crisp», y no sé si todos los aparatos modernos los tienen, trabajar únicamente con esta función.

En este caso como hay que introducir el tiempo a mano, empezar poniendo pocos minutos, por ejemplo 15 en el caso de las patatas, remover como anteriormente y añadir después más minutos hasta conseguir el dorado que os guste.

Vigilarlas de todas maneras hasta que les cojáis el «truqui».

Cuando las hayáis hecho 2 o 3 veces, será como coser y cantar.

9.  En ambos casos, cuando estén a vuestro gusto, volcarlas en una fuente, salarlas, y servirlas sin que se enfríen.

No hace falta dejarlas reposar sobre papel absorbente, como cuando se fríen de la manera tradicional, porque no tienen nada de grasa.

No son iguales que las fritas cubiertas en un baño de aceite, pero son bastante menos grasientas, no necesitan vuestra presencia continua, y tienen muchas menos calorías con lo que a muchos les puede compensar.

Otro día os explicaré el truco para freír patatas y cebolla para la tortilla española puesto que el corte es también fundamental para que queden mucho más doradas y en menos tiempo.