9 Pasos para elaborar los purés de verduras de los bebés correctamente

Como ya habréis empezado a darle al bebé unos días antes zumo de naranja o mandarina y después puré de fruta, siempre con cucharita y nunca en biberón, si lo rechaza y escupe…, no os desesperéis ni tiréis la toalla ya que él sabe muy bien lo que quiere y empieza a chantajearos, aunque no os lo podáis creer. Armaros de paciencia e insistir durante varios días. Veréis que acaba claudicando, sois vosotros los que tenéis que ganar y no él.

Normalmente a partir de los 6 meses los bebés empiezan a tomar purés de verduras y será vuestro pediatra el que os indicará las que debéis introducir al principio, aunque es verdad que cada profesional puede recomendaros verduras diferentes. Pero para daros una pequeña idea os aclaro que cuando ya habéis introducido todas las verduras, cuanta más variedad pongáis tanto mejor, ya que desde muy chiquitito el bebé se tiene que acostumbrar a una diversidad enorme de sabores. Además todas son diferentes en su composición nutricional y unas se complementan con otras.

Así que, sin asustaros, el puré puede llevar: patata, calabaza naranja y zanahoria que introdujisteis al principio y además, cebolla, puerro, apio, nabo, judías verdes, alcachofa solo la parte blandita comestible, calabacín, berenjena, pimientos de cualquier color, espinacas, acelgas, tomate muy rojo, y guisantes aunque sean congelados. También os aconsejo, en las últimas semanas, cuando ya va a poder comer de todo, que introduzcáis en dicho puré algún ramito de bróculi, coliflor, o repollo de color clarito y hoja lisa… pues se ha demostrado recientemente que toda la familia de las coles tiene una gran cantidad de antioxidantes que el bebé no debe perderse, y las variedades actuales no producen flatulencia.

1.   Adquirir las hortalizas lo más frescas posibles, sobre todo las de color verde que son las que se llaman verduras.

En muchas verdulerías de barrio permanecen durante varios días, a veces en la calle, a la vista del público, donde se pasan todo el día e incluso el día siguiente, no solo a plena luz sino a las horas de sol recibiendo sus rayos por muchos toldos que se tengan. Se ha demostrado que todos los vegetales, especialmente las verduras, empiezan a perder propiedades desde el mismo momento de su recolección y las perderán más o menos de prisa dependiendo de cómo se conserven.

Por ello es una buena opción escogerlas frescas cada uno, si se puede, en mercadillos, fruterías o supermercados “self service»…, o ya envasadas en bandejas de porespan recubiertas de lámina de plástico transparente con la fecha de envasado bien visible, ya que para los que no entiendan mucho de cocina será la única manera realmente fiable de saber si están realmente frescas o no. Muchas hortalizas de la huerta murciana y navarra… se envasan hoy a pie de campo, en la misma empresa productora, y se envían así envasadas, en camiones frigoríficos, a los distintos puntos de distribución adónde llegan en cuestión de horas.

No comprarlas nunca ya cortadas o picadas, como las venden para hacer sopas de verduras, porque al llevar horas y horas cortadas han perdido parte de sus cualidades.

No las dejéis nunca encima de la mesa de la cocina, a no ser que las vayáis a cocinar al momento.

2.   Lo ideal es cocinarlas en cuanto se llega a casa o lo más rápidamente posible. De lo contrario escoger recipientes de polietileno herméticos o tuppers, forrarlos interiormente con papel absorbente de cocina, volcar vuestras hortalizas y antes de tapar estos recipientes colocar dos o tres hojas de papel absorbente de cocina debajo justo de la tapa. Las verduras, a pesar de estar ya cortadas, van a seguir “transpirando” y esta humedad que forman podría pudrirlas, mientras que el papel absorbente la va a absorber evitando así que se mojen. El “tirarlas” sin ninguna protección en el cajón de las verduras será muy práctico y rápido pero dista mucho de ser el mejor método de conservación y solo servirá para unas pocas horas. Sin embargo algunos frigoríficos modernos llevan un cajón especial en el que sí se puede realizar esta operación.

3.   Pelar la patata, que siempre se le pone, y el calabacín si es de color verde oscuro porque dicha piel amarga. Si fuera de color verde clarito con pintitas amarillas no haría falta ya que es muy suave. Utilizar un pelador de cuchilla transversal que son los más cómodos de usar, los que menos piel eliminan y los más baratos.

Muchas otras hortalizas como la zanahoria, el nabo, el calabacín clarito… no necesitan pelarse, con frotarlas fuertemente por fuera ya es suficiente. En estas pieles exteriores, además de concentrarse algunas vitaminas hay una mayor cantidad de fibra natural tan importante para su salud.

4.   Lavarlas enteras, sin trocear, sumergiéndolas en agua rápidamente pero sin dejarlas nunca en remojo porque también perderíais nutrientes innecesariamente. Trocear la patata, la calabaza, el calabacín, la zanahoria, el nabo, la berenjena con piel, los pimientos… dejando las hojas enteras.



5. 
  Volcarlas en nuestra buena olla superrápida y, como no va a perder nada de agua durante la cocción, añadir solamente la que calculéis que os va a hacer falta para triturar al final las verduras, aprovechándola siempre toda sin tirar ninguna. Conviene que no sobre nada, puesto que en esta agua van disueltas las sales minerales solubles en agua, como el calcio, el potasio, el magnesio…, y todas las vitaminas también solubles como las del grupo B… y la que queda de vitamina C después de la cocción.

Aunque antiguamente se recomendaba añadir sal a estos purés infantiles, esta práctica está hoy totalmente proscrita y desaconsejada puesto que los alimentos ya llevan en sí la suficiente.

6.   Cocerlas exclusivamente 3 minutos con las dos rayitas de la válvula o regulador de presión fuera, sin que sobresalgan ni se escondan. Apagar a continuación el fuego y dejar que esta válvula baje despacio por su propio peso, sin poner nunca la olla a enfriar debajo del grifo.

7.   En cuanto la olla se pueda abrir triturar el conjunto hasta obtener un puré uniforme.

8.   Y cuando el pediatra os autorice a añadirle aceite, y dependerá del estado del niño si está muy regordete o menos, añadirle 1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen siempre en crudo y nunca en sofrito.



9.
   Como imagino que habréis hecho este puré por lo menos para toda la semana, que es lo verdaderamente eficaz y productivo, envasarlo inmediatamente por raciones individuales siguiendo todas mis indicaciones, sin saltarse ninguna, y conservarlo un máximo de 2 días en la nevera o congelarlo para varias semanas.

Procurar que este puré no permanezca caliente durante horas y horas, porque se ha visto que si los enfriamientos son lentos o los calentamientos prolongados también se pierden propiedades.

En otro post os explicaré lo que debéis hacer cuando empieza a tomar además del puré de verduras, carne, pollo, pescado, huevo…

A partir de los 12 meses, o incluso antes, empezar a darle el puré algo más gordito, no tan triturado para que en cuanto le hayáis incluido todos los alimentos, las legumbres que suelen ser las últimas, empiece a comer lo mismo que vosotros siempre que tengáis una alimentación sana, muy variada, equilibrada, y nutritiva.

Como todo esto que os acabo de explicar aquí son cosas totalmente diferentes a las que suelen caer en vuestras manos, en revistas y publicaciones de muy poco o nulo rigor científico, incluso y desgraciadamente en diferentes medios de comunicación como radio y televisión, os aclaro que hay muchos datos científicos que avalan mis modernas técnicas culinarias, como las ollas superrápidas, aunque no son “tan modernas” pues llevan ya muchos años en el mercado.

El pasado 8 de abril participé en el XVIII Curso sobre Progresos en Endocrinología Pediátrica impartiendo una charla sobre «Alimentación infantil» en Santiago de Compostela invitada por el Dr. Pombo Jefe de Servicio de la Unidad de Endocrinología Pediátrica del Hospital Clínico al que asistierona 100 pediatras endocrinos gallegos. Fue transmitida por video conferencia a los alumnos del Master Universitario «Nutrenvigen G+D Factors» de las Facultades de Medicina de Zaragoza, Granada, Reus, Cantabria y del mismo Santiago que intervinieron con sus preguntas desde su lugar de origen.     

Una pregunta que cada mamá o papá puede contestar individualmente. ¿Cómo se entiende que un bebé haya estado tomando durante más de 6 meses frutas y verduras de todo tipo y cuando abandona estos purés no le gusten ninguna de las dos cosas, según alegan sus progenitores?

¿Será que en esa casa los mayores solo comen pizzas, pasta, arroz, ketchup y hamburguesas? Si el niño con tan solo 1 añito ve que los padres comen algo diferente, por supuesto que rechazará lo que debe comer y querrá lo que ve en los demás.