Mermeladas caseras, cómo conservarlas muchos meses sin esterilizar

Esto que os voy a contar solo se puede hacer con mermeladas que lleven la misma proporción de azúcar que de fruta, y no sirve para las mermeladas light, por muy caseras que sean, ni para ningún otro tipo de conserva.

1.  Elaborarla siguiendo cualquiera de las recetas que ya están publicadas, por ejemplo la de tomate, añadiendo siempre la misma cantidad de azúcar que de fruta ya limpia.

2.  Comprar 100 o 200 g de parafina sólida, dependiendo de la cantidad de mermelada que vayáis a preparar.

La podréis encontrar en muchos sitios, aunque yo la compro en Riesgo.

Esta parafina es una sustancia totalmente inerte, de aspecto parecido a la cera pero completamente sólida en su estado natural, tal cual la adquirís.

Es reutilizable y como no se va a gastar os durará para siempre.

3.  Tener preparados los frascos inmaculadamente limpios, mejor lavados en el lavavajillas.

4.  Volcar la mermelada hirviendo en ellos, pero esta vez sin rellenarlos completamente.

Dejar como 1 o 2 milímetros sin rellenar y cerrarlos inmediatamente después.

5.  Al día siguiente, o cuando estén totalmente fríos, fundir la parafina en un cacito, en un instante nada más pues sólo con un poquito de calor ya se deshace.

Su punto de fusión está entre los 58º y 62º.

6.  En cuanto esté fundida, antes de que se caliente demasiado, abrir los tarros llenos de mermelada de 1 en 1 y rellenar con esta parafina líquida los milímetros que habíais dejado vacíos, inclinando y girando bien cada tarro para que la parafina se quede muy bien pegada a sus bordes.

7.  En el momento en que la parafina se pone en contacto con la mermelada, que está a temperatura ambiente, se solidifica de nuevo instantáneamente, a medida que va cayendo, puesto que su estado habitual es sólido a esa temperatura.

8.  Lo que en realidad hemos hecho ha sido un tapón de parafina perfecto y a medida.

Este tapón tiene que cerrar completamente toda la superficie del tarro, ya que si quedase tan sólo un poro por rellenar, como la cabecita de un alfiler, por él entraría el aire y la mermelada «florecería».

9.  Tapar inmediatamente estos frascos y guardarlos en un sitio seco, fresco y preferentemente oscuro.

10.  Cuando queráis utilizar esta mermelada, retirar con un cuchillito de punta fina el «tapón» de parafina que sale entero y sin romperse.

11.  Lavarlo muy bien debajo del grifo del agua fría hasta quitarle todos los restos de mermelada, secarlo y guardarlo en cualquier caja, frasco, lata, recipiente…

El día que os vuelva a hacer falta, lavarlo de nuevo si ha pasado mucho tiempo y utilizarlo como anteriormente.