¿Hay que precalentar una olla superrápida vacía?
Como muchos de vosotros me estáis comentando últimamente que, desde que me seguís en el blog o en mis ebooks, pensáis más todo lo que hacéis, sea a la hora de comprar, de alimentaros o de seguir un estilo de vida diferente…, a mí me gustaría que antes de leer mi explicación a este post, os plantearais vosotros mismos esta misma pregunta.
Puede que encontréis una respuesta lógica…, que desde luego yo no he encontrado.
¿Cuánto tiempo hay que precalentarla?
Parece ser, según dicen los que lo aconsejan, que hasta que una gota de agua volcada en su interior chisporrotee y se evapore.
¡Pero esto lo hace cuando está caliente… y también cuando está demasiado caliente!
¿En qué momento decidimos que ya lo está suficientemente y que no se ha calentado demasiado?
Se os puede olvidar que la tenéis sobre el fuego vacía y os llaman por teléfono, o al timbre… y la olla en estos casos se sobrecalentará en exceso, y sus materiales, por muy buenos que sean, se resentirán.
¿Con qué objeto se recomienda esta medida?
Pues yo solo he encontrado uno, nada más, que el fabricante quiere apuntarse un tanto más y diferenciarse de otras marcas de similar calidad, que, por supuesto, también lo hacen.
Y si probáis este “consejo maravilloso” en cualquier recipiente de acero, por muy económico que sea, hasta en las cacerolas antiguas de aluminio que ya no deberían usarse, se producirá este mismo efecto.
¿Qué puede suceder si se precalienta durante demasiado tiempo?
Que el acero de la olla y los diferentes componentes de su fondo difusor no solo se irán deteriorando, más o menos deprisa, como ya he apuntado, sino que al volcar el aceite para dorar o hacer cualquier sofrito, éste cogerá inmediatamente demasiada temperatura, empezará a humear en exceso, que es lo que se denomina “quemarse”, es decir empezará a perder sus buenas propiedades por muy excelente que sea.
Y si se os ocurre echar directamente cualquier alimento, carne o pescado por ejemplo, en esta olla ya caliente, a no ser que estén encharcados en agua que empezarían a soltar e inmediatamente a evaporarse, el alimento quedaría inmediatamente pegado al fondo, no se podría desprender, se rompería, y quedaría demasiado dorado o quemado con lo que con toda probabilidad se originarían hidrocarburos policíclicos o benzopirenos.
Para simplificar, que se destrozaría.
Y este problema se acrecentaría en una placa de inducción sobre el que cualquier recipiente se calienta demasiado deprisa, casi instantáneamente.
Así que, salvo que me lo expliquen, y no lo van a hacer porque la única razón para hacerlo es la que os he apuntado anteriormente, distinguirse de las otras marcas, mi consejo es que no lo hagáis nunca.
No se consigue con ello ningún beneficio y sí muchísimos inconvenientes.
Sin embargo lo que no dicen, y es importante para un uso correcto y prolongado en el tiempo de estas ollas actuales, que son las que muchos de vosotros tenéis, es que se debe retirar de vez en cuando el embellecedor que rodea a la válvula de presión.
Retirarlo con cuidadito porque está sujeto por el revés con una especie de pestañitas o patitas negras de bakelita de poca calidad, y muchos de vosotros me habéis comentado que se os han roto siendo la olla casi nueva.
Seguro que lo solucionan en breve.
Os aclaro que la olla funciona igual de bien con o sin este embellecedor.
En los modelos antiguos de ollas, que son los que yo tengo, este embellecedor no se podía sacar, tan solo podía levantarse un poco de un lado y de otro para limpiar por debajo, solo muy de vez en cuando ya que, además, casi no se ensuciaba.
Sin embargo en los modelos actuales, sí que se ensucia esta zona de debajo del embellecedor, no sé bien por qué razón, por lo que conviene limpiarla de vez en cuando, cuando la veamos sucia.
Sin embargo las ollas que tienen un solo mango largo tienen la válvula de presión integrada en esta tapa o mango, y cuando se estropea y, según lo que me contáis, sucede más a menudo de lo que sería deseable, os quedáis sin tapa, y esto sí que es un problema.
Y puestos a contar verdades, ¿habíais oído alguna vez la palabra trivet aplicada a estas ollas superrápidas?
¡Porque yo me tuve que ir al diccionario… para saber a qué se referían!
Y es lo que se ha llamado toda la vida rejilla … y que, los que no me seguís, no sabéis, con razón, ni para qué sirve, aunque hay varios posts ya publicados al respecto.
Pero no he encontrado, para que la vierais, ni en Amazon…, ni siquiera en la web del fabricante, ni una sola foto de la misma, tan solo la que os he puesto en el enlace que se ve regular, al lado de las ollas.
¡Y tampoco explican su uso en ninguna parte!
¿Será para que se compren a parte los accesorios que ellos recomiendan en su web para trabajar al vapor, cestillos más o menos sofisticados, hasta de 35 euros, que no os hacen ninguna falta si tenéis la rejilla ya que sirven para lo mismo que esta rejilla?
Esta rejilla, salvo en la olla-sartén, viene incluida en el precio de todas las ollas de la misma marca.
Os aclaro, porque muchos también me lo habéis preguntado, que solo tiene 22 centímetros de diámetro, y aunque sobra espacio en el fondo de la olla por todos lados, si ésta es ancha, algo que a muchos os ha preocupado, es más que suficiente.
Antiguamente había rejillas especiales para estas ollas más anchas, pero solo tenían 2 centímetros más, es decir 24 cm, y yo que tengo las dos, uso la que más pronto pillo.
Si queréis adquirir un cestillo, porque no tenéis rejilla, adquirir el más barato que encontréis, pues roba mucho más espacio en la olla que la rejilla, que no ocupa nada puesto que es muy planita, para que el agua nunca toque el alimento.
Y como estamos hablando, una vez más de las ollas superrápidas, quisiera aclarar que de los 3 ebooks que he publicado sobre las mismas.
1. https://www.bubok.es/libros/210266/Utiliza-tu-olla-superrapida-a-tope
2. https://www.bubok.es/libros/217196/Mis-recetas-mas-ricas-utlizando-varias-tecnicas-culinarias-modernas
3. https://www.bubok.es/libros/223590/Recetas-en-10-o-20-minutos-con-tu-olla-superrapida-pero-sin-presion-tapada-con-su-tapa-de-cristal,
que también están en Amazon en formato Kindle, el 1 y el 3 por lo menos son totalmente indispensables, y si os compráis solo el primero, como muchos están haciendo, os perdéis la mitad de sus usos porque, sin presión y tapando con su tapa de cristal la mayoría de las veces para no salpicar, se pueden hacer cantidad de preparaciones que nunca se os habrían ocurrido.
Los que compraron alguna de estas ollas convencidos de que era muy cara, ya han comprobado que es la mejor compra que han hecho en su vida, como ya existen muchos comentarios en mi blog diciéndolo, y más correos particulares que recibo.
Se pagan solas con el ahorro de energía, de tiempo, de limpieza, con la versatilidad que nos ofrecen…, y lo más importante, con la calidad no solo gastronómica sino nutricional que se consigue con ellas.
Los que no me conocen dirán que estoy «barriendo para dentro», pero nada más lejos de la realidad.
Cuando empecé a impartir clases de cocina y nutrición, hace ya muchos años, pude comprobar que el 95% de las personas que tenía una de estas ollas solo la usaban para cocer legumbres, y si se atrevían a cocer verduras al vapor, lo hacían mal, poniendo siempre demasiada agua, ¼ de litro como mínimo como muchos aconsejan, en lugar de las 10 cucharadas que se deben echar, y cocinándolas durante tiempos muchísimo más largos, en lugar de los 2 minutos realmente necesarios para no perder ninguna de las buenas propiedades que ellas tienen.
Así que en 1997, y a petición de mis alumnos, empecé a escribir libros, y de los 18 en papel editados por Espasa Calpe, con más de 95 ediciones en total, en más de la mitad yo utilizaba esta clase de ollas, con o sin presión, ya que no tengo ningún otro tipo de utensilio para colocar encima de mi placa, tan solo una sartén que solo uso para cuajar huevos y tortillas.
En aquella época, a mí me daba cierto apuro recomendar mis libros, porque costaban entre 20 y 22 euros cada uno, al principio en pesetas, que era el precio que la editorial imponía.
Ahora mis ebooks, mucho más didácticos porque al ser digitales pueden llevar enlaces a Internet que son muy valiosos porque aportan más valor añadido, solo cuestan desde el primero, 2,50€, precisamente para que cualquiera los pueda adquirir.
El que no los use, os puedo asegurar que nunca sacará a su olla el “jugo” que se merece, la usará posiblemente incorrectamente y para pocas cosas.
Y os garantizo que hablo con conocimiento de causa porque he probado casi todas las marcas nacionales, y desde luego todas las de primera fila extranjeras, he leído sus libros de instrucciones y sus recomendaciones, ¡y son para llorar!
Como todos los fabricantes de estas ollas fabrican además baterías completas o sueltas y menaje de cocina, no les interesa para nada que uséis únicamente en vuestra cocina estas ollas como yo os recomiendo.
Esa es la pura y triste realidad.
Y no se trata de que cocinéis como yo, aunque es verdad que mis recetas no solamente son ricas, sino variadas, nutritivas, equilibradas y sobre todo saludables, sino que aprendáis a usar vuestra olla.
Después, una vez que conozcáis sus «tripas» y la dominéis, ya podréis «volar solos» y hacer vuestras propias recetas 😥