¡Consejo bueno, muy eficaz y baratísimo!
Las manos pueden doler por muchas razones, pero me voy a referir a las 2 causas más importantes o por lo menos más frecuentes, porque haya artrosis en las mismas o porque se trate de artritis.
La artrosis afecta sobre todo a las personas de cierta edad, aunque se pueden presentar casos a los 40 años o menos y es una enfermedad degenerativa no inflamatoria, producida por el desgaste del cartílago, es decir del tejido que hace de amortiguador al proteger los extremos de los huesos y favorecer el movimiento de la articulación.
Es la enfermedad reumática más frecuente, que todos antes o después padeceremos, y en España la sufre hasta un 16% de la población mayor de 20 años y, de ellos, las 3/4 son mujeres.
Aunque también se la conoce por el nombre de osteoartritis, esta denominación puede inducirnos a error y confundirla con la verdadera artritis que es otra enfermedad reumática totalmente diferente.
Como el sufijo «itis» de origen griego indica inflamación, el término ‘artritis’ sirve para designar la existencia de inflamación en alguna articulación, y no hay una causa única pues existen más de 100 enfermedades diferentes que pueden causarla.
Puede producirse por un traumatismo, también por una infección, por mecanismos de autoinmunidad en muchísimos casos, o ser de origen desconocido.
A diferencia de la anterior suele afectar más a personas jóvenes, y a veces tiene consecuencias graves y provoca dolor y pérdida de movilidad en la articulación afectada.
En algunos casos, sobre todo en la poliartritis, impide una vida normal y dificulta de forma muy importante la movilidad de la persona afectada.
Los síntomas principales consisten en hinchazón y dolor principalmente en las articulaciones de manos y pies, deformación de las regiones afectadas, rigidez y perdida de movilidad.
El tratamiento farmacológico, dependiendo de la causa y del tipo de artritis, se basa en la administración de medicamentos antiinflamatorios, corticoides e inmunosupresores, según la gravedad del cuadro.
Si alguien la padece, que se ponga en manos de un buen reumatólogo pues hoy hay tratamientos biológicos caros pero muy efectivos y que cubre la Seguridad Social.
En el caso de la artrosis, sea la causa que sea, los ejercicios que os voy a proponer son realmente efectivos, y una vez más sois vosotros solitos los que los vais a realizar, sin necesitar nada, solamente constancia.
Aunque los dolores pueden aparecer cuando les venga en gana, a veces muy fuertes, la deformación si no ha aparecido se evitará o será muy débil y apenas se notará.
El que prefiera una “píldora maravillosa”, que no existe, en lugar de ser el protagonista activo…, que no siga leyendo.
Ninguna de estas enfermedades va a desaparecer, porque ninguna de ellas es “curable”, puede que ni siquiera se vayan a detener, pero lo que sí os puedo asegurar, es que si se trata de artrosis y realizáis los ejercicios que os voy a recomendar a continuación todos los días y las veces que os digo, no sufriréis deformaciones, si este proceso no ha empezado todavía, o incluso se ralentizará o detendrá.
Artrosis en las manos
1. Suele ser una de las más frecuentes, sobre todo la que aparece en los dedos gordos y que se llama rizoartrosis.
El dolor puede manifestarse en toda la articulación de este dedo e irradiarse hasta la muñeca, y puede llegar a ser muy intenso, como si la articulación en su interior se fuera a romper.
Sentarse bien, con la espalda erguida en un sitio dónde se pueda colocar la palma entera de una mano encima de una toallita suave, puede ser encima de una mesa, como en el caso de las rodillas, o en una colchoneta en el suelo, apoyados contra la pared.
Si esta pared os resulta muy dura, colocar una almohadita pequeña entre la espalda y la misma, pero siempre muy erguidos, con toda la espalda pegada a la almohada y muy recta.
En una silla normal no habrá suficiente sitio para colocar la mano confortablemente, y en un sillón o sofá no estaréis nunca correctamente sentados, porque es demasiado blando.
Puede que esta segunda postura sea más cómoda que la de la mesa.
Si metéis al mismo tiempo hacia dentro, el estómago, la tripa y hasta la vagina y el recto, estaréis realizando al mismo tiempo más ejercicios saludables.
Colocar la mano derecha al lado de vuestro cuerpo, con toda la palma apoyando en la toalla y todos los dedos juntos.
Separar el dedo gordo del resto hasta donde se pueda y no haya dolor.
Si no lo hay, hasta el máximo que podáis, que será cada vez mayor, hasta formar con el resto de la mano un ángulo recto, de 90º.
Todos los dedos restantes estarán juntos y no se moverán.
Aunque os duela mucho, intentar abrir este dedo gordo aunque sea un poquito, ya veréis como cada día iréis “abriendo” más.
Llevar de nuevo el dedo gordo a su posición primitiva, es decir hasta juntarse con el resto de sus compañeros.
Repetir esta operación 40 veces, «abriendo y cerrando».
Volver a hacer todo esto con la otra mano, la izquierda.
2. Vamos a repetir, también 40 veces con cada mano, todo lo siguiente.
Sentados de la misma manera, en la misma posición siempre correcta, vamos a separar ahora todos los dedos de cada mano, hasta que se pueda, mucho mejor si es hasta el máximo.
Si duele hacerlo lentamente, hasta dónde podáis.
3. También podéis adquirir una pelotita blanda de goma espuma, de 6 o 7 centímetros de diámetro, y ejercitar con ella todos los dedos de una mano y después de la otra.
Debéis cogerla con todos los dedos, como si la abrazarais, pero presionando más con el pulgar.
Repetir este ejercicio 40 veces con cada mano.
Aunque es efectivo, lo son más los 2 anteriores.
Si sois constantes, os aseguro que la artrosis puede que continúe, puede que a días os duela más o menos, pero casi os garantizo que la deformación no aparecerá.
¡Conozco a mucha gente que lo ha conseguido y está encantada!
Las férulas especiales para rizoartrosis que aconsejan algunos médicos, no todos, sirven para muy poco.
Unos os dirán que son buenas para dormir, otros que dejéis descansar las manos durante la noche sin poneros nada, y otros directamente que ni os las compréis.
Si alguno de vosotros, también por problemas de artrosis, en lugar de unos pies un tanto ágiles, tiene como unos «trapitos» prácticamente sin movimiento, decídmelo y os preparo otro post.