Si tenéis todos los ingredientes preparados no se tardan más de 2 minutos en elaborar una riquísima salsa rosa que no es simplemente mayonesa con ketchup, sino mucho más ¡faltaría más!
■ 1 huevo gordo
■ 200 g de aceite de oliva
■ 2 cucharadas de Ketchup Heinz
■ 1 cucharada de zumo de naranja
■ ½ cucharada de salsa inglesa también llamada salsa Perrins
■ ½ cucharada de brandy
■ unas gotas de tabasco
■ sal y pimienta blanca recién molida
Se hace de la misma manera que la salsa mayonesa volcando en el vaso de la minipímer, o en un recipiente alto y estrecho, todos los ingredientes con el huevo recién sacado de la nevera para asegurarnos de su salubridad. Meter la batidora hasta el fondo del recipiente, accionarla, y con la máquina en marcha ir subiéndola despacito, poco a poco, sin revolver, para que la emulsión empiece a hacerse desde abajo y no se corte.
1. Si quedara algo clara, porque le hemos añadido muchos líquidos, agregarle algo más de aceite.
2. Inmediatamente después de elaborarla guardarla en la nevera en la zona que esté entre 2º y 4º y sacarla en el momento de comer.
3. Aunque sabéis que no me gusta poner marcas aquí sí que he puesto la del ketchup porque hay algunos, en los supermercados pequeños y con precios demasiado baratos para ofrecer calidad, que son tan “espantosos” que os pueden estropear la salsa.
Empezar echando solamente 2 cucharadas y si una vez terminada preferís un sabor más intenso añadirle una tercera.
Lo ideal es que cada sabor se identifique, se note poquísimo pero se note, el sabor del brandy, del zumo, del tabasco, de la salsa inglesa…
4. Os aconsejaría que no la hicierais con aceite de girasol. Si lo hacéis con aceite de oliva refinado, éste no aporta absolutamente ningún sabor salvo que especifiquen que es de sabor intenso.
5. Podéis ver como se hace en ese récord de tiempo en este video.
¿Por qué es saludable?
Porque está hecha con aceite de oliva y no lleva ningún aditivo, y si cumplís paso a paso todo lo que os he indicado en el post citado anteriormente, ni hay peligro de Salmonella, ni se tiene por que cortar, ni se estropea. ¡Y os puedo asegurar que es una delicia!
Precisamente el pasado mes de septiembre apareció una noticia en un gran periódico de ámbito nacional en el que se afirmaba que «los españoles desperdiciábamos mucha comida ya que se suponía, como media, que cada hogar perdía unos 250 euros al año, es decir que en cada familia cerca de 63 kilos de alimentos terminaban en el cubo de la basura en lugar de en nuestros estómagos».
Como en muchos hogares no se tira absolutamente nada, quiere decir que en otros muchos se desperdician cantidades mucho mayores que las especificadas aquí.
En lugar de lamentarse, ¿por qué no se enseña a conservar, o es porque no interesa?
¡En lugar de regalar peces… enseñar a pescar, eso es lo importante!