Los filetes empanados que tanto se han llevado de excursión en las antiguas tarteras de aluminio, o incluso que se llevaban al campo los trabajadores que no volvían a su casa hasta por la noche, y que todavía se llevan hoy en los modernos tuppers, tuvieron su razón de ser y además, están riquísimos.
Cumplían varias funciones:
1. Estaban igual de buenos, o quizás mejores cuando estaban ya fríos.
2. No se estropeaban con facilidad pues se habían frito durante bastante tiempo, para que quedarán doraditos, y la capa exterior de pan también les protegía.
3. Al tomarlos, o iban dentro de un bocadillo, o se tomaban con bastante pan pues casi era el complemento perfecto, con lo cual se mataban 2 pájaros de un tiro: saciaban bastante y quitaban el hambre.
4. Aunque son algo entretenidos de elaborar, en aquella época las mujeres que era las que normalmente los preparaban, no trabajaban fuera de casa, o se iban al campo también a faenar, y el tiempo cundía mucho más que ahora.
5. La carne era dura y relativamente escasa.
Al freírse bastante, se ablandaba y eran un alimento muy completo pues tienen la proteína de la misma carne y del huevo del rebozado, los hidratos de carbono del pan y de la harina, y la grasa del aceite de oliva que era el único que entonces se consumía, muchas veces de fabricación y producción también caseras.
Hoy las cosas han cambiado drásticamente, aunque siguen estando muy ricos.
1. La carne es blanda y abundante y con vuelta y vuelta en la plancha ya está lista para tomar.
2. Como hay más abundancia de comida que antes, no hace falta que sacien tanto.
3. Es mucho más rápido hacer un filete a la plancha que hacerlo empanado.
4. Muchos no quieren engordar y solo toman alimentos a la plancha, cuando sabiendo cocinar tan solo un poquito y teniendo las “herramientas modernas necesarias” se pueden cocinar, en muy pocos minutos, varias porciones de guisos que constituyen ellos solos magníficos platos únicos.
5. Pero las abuelas, y más tarde las madres, se los han hecho a sus hijos y éstos se han acostumbrado y los siguen reclamando, aunque estén rollizos o pasados claramente de peso.
Todavía sigue existiendo la idea de que un bebé o un niño de 2 o 3 años “hermoso” es una maravilla y que goza de muy buena salud, cuando puede suponer, en pocos años, el principio de una enfermedad como es el sobrepeso o la obesidad
Hoy, ya solo hoy, en España 1 de cada 4 niños tiene kilos de más… y esto no ha hecho más que empezar.
Así que los padres que se preocupan por la salud de sus hijos, si están algo sobrados de peso, deberían distanciar todos los fritos, que por otro lado les encantan, y todavía más los rebozados o empanados que absorben más aceite, como croquetas, flamenquines, San Jacobos, nuggets, varitas de pescado (que además son comida preparada)…
Además de muy calóricos son muy indigestos porque, sin querer, se pueden freír a temperaturas demasiado elevadas en las que hasta nuestro maravilloso de aceite empieza a polimerizarse y a desdoblarse en subproductos nada saludables.
Este verano en una romería de tantas y tantas de las que todos los años hay miles en casi todos los pueblos, aunque el ayuntamiento había previsto unas paellas gigantes para que hubiera para todos los asistentes, la mayoría de los excursionistas, por su cuenta, se habían llevado los clásicos filetes empanados de toda la vida, y pimientos fritos, y tortillas de patata, y ensaladillas rusas… o camperas, y empanadas y pizzas, y mucha variedad de bolsitas con chucherías saladas…
Si sumamos todas las calorías que van a recibir en tan solo esta comida, podrán ser perfectamente el triple o el cuádruple de las necesarias, o lo que es lo mismo van a tomarse lo que se deberían tomar en 2 o 3 días enteros.
Porque todo ello irá bien regado de sangría, o tinto de verano, o cervezas de litro bien fresquitas que para eso existen las neveras portátiles.
Y luego, por si fuera poco, café, eso sí con sacarina, y copa o copas, que para eso es día de fiesta .
Me diréis que 1 vez al año no hace daño, y claro que no.
Pero esto en verano sobre todo, o cuando hay partidos de fútbol, o en las múltiples barbacoas que proliferan en esa época se puede repetir todos los fines de semana durante 3 o 4 meses.
¿De qué si no los porcentajes de sobrepeso y obesidad en nuestro país, bastante más que en el resto de Europa?
Los españoles comemos más cantidad de comida de la necesaria, 3 o 4 veces más, y más además de productos muy calóricos.
De hecho ¿por qué, salvo los niños o muy jóvenes, sueñan después de una de estas grandes comilonas con una larga siesta?
Porque se sienten tan llenos, tan pesados que no se consideran con fuerza más que para tumbarse y para eso también existen las maravillosas tumbonas o hamacas plegables, ligeras y que se transportan con facilidad en el coche.
Hay que saber disfrutar de los momentos agradables que nos brinda la vida, pero sin pasarse ni pensar que 1 día es un día y que se puede repetir todos los fines de semana durante muchos meses seguidos.