Estamos ya en el camino para organizarnos bien y hemos distribuido nuestro tiempo escogiendo como prioritario el abandonar el sedentarismo total y absoluto que hemos tenido hasta ahora.
Para que la familia o una persona individual se comporten como una verdadera empresa y lleguen a fin de mes sin demasiados agobios, sobre todo durante la época de crisis, tienen que elaborar su propio presupuesto. Si se hiciera no sucedería lo que parece inaudito y que cuentan los taxistas en Madrid que afirman que a partir del 15 o 20 de cada mes, circulan menos coches cada día. ¡Y los pescaderos y carniceros también se quejan de que a finales de mes no venden nada!
Este presupuesto variará, por supuesto, si se trata de una persona que vive sola, una pareja o una familia con 1 o 2 niños.
Es muy útil registrar todos los gastos diarios en una hoja de cálculo o Excel, o en los múltiples programas de contabilidad personal cuyas plantillas se pueden descargar en Internet. Podéis añadir las casillas que os falten para ir colocando en cada una el gasto correspondiente: luz, agua, gas, teléfonos fijos y móviles, hipoteca, comunidad, garaje si se tiene…, todo lo que se haya domiciliado mensualmente, un nuevo coche o un leasing, alguna compra a plazos… A medida que llegan los recibos del banco se van metiendo o se guardan en un sobre para hacerlo una vez a la semana.
Gastos de ropa de casa, de cada individuo que vive en el hogar, de farmacia, gasto fijo de gasolina para ir al trabajo, de viajes de fin de semana, de “puentes festivos” si se suelen hacer, de vacaciones…
Gastos de manutención dentro y fuera de casa, con arreglo a la alimentación que sigue cada familia, y se tendría que comer de la misma manera tanto a principios como a finales de mes. Si todas las comidas se hacen fuera de casa, establecer una cifra bastante aproximada de lo que se gasta al día en las verdaderas comidas y en los cafés y refrescos entre horas.
Gastos de impuestos, del coche, de las basuras, de los pisos o casas que se tengan en propiedad, lo que se prevea que se va a tener que pagar a hacienda en la declaración de la renta, si se da algún tipo de ayuda a una ong, mensual o anual…
En el capítulo de seguros, que cuestan mucho pero que en muchas ocasiones pueden salir baratísimos, podríamos incluir un seguro de vida si se está pagando una hipoteca, un seguro de accidente, un seguro de hogar a todo riesgo y frente al robo, un seguro de coche si éste es nuevo y se usa mucho, un seguro médico aunque se tenga la Seguridad Social, un plan de pensiones si se puede…
Y habrá que tener en cuenta todas estas pólizas tanto si son mensuales como anuales. Si vuestros ingresos os lo permiten con alguna paga extraordinaria, un bonus, un trabajillo extra… pagándolas anualmente salen más baratas.
Si estamos muchas horas fuera de casa, tenemos varios gastos diarios y no llevamos encima nuestro Excel, aunque cada vez va a ser más fácil tener acceso a todos nuestros datos durante las 24 horas del día, apuntar en una PDA o en una grabadora de voz cada uno de estos gastos para meterlos al llegar a casa. Además como todo o casi todo se paga con tarjeta, se trata de ser cuidadoso, guardar todos los recibos y registrarlos al final del día. El endeudamiento de muchísimas personas se debe a que no saben en qué se les ha ido el dinero.
Si comprobamos cada pocos días lo que nos vamos gastando en cada apartado, si hay una desviación por el motivo que sea, conociéndola, siempre estaremos a tiempo de corregirla y eliminar algún gasto superfluo.
Revisar todos los extractos bancarios, hasta las facturas de la luz, teléfono y agua porque a veces se equivocan y cuando lo hacen siempre es en detrimento nuestro.
El introducir todos los apartados al principio lleva su tiempo, pero es la única manera de saber lo que se gasta y en qué, para quedarse con los gastos fijos que son inamovibles y replantearse los que no lo son tanto. Es decir tendremos gastos necesarios, otros extraordinarios y otros totalmente superfluos. De nada sirve llenar el carrito del súper a principios de mes con chucherías o caprichos si tenemos unos ingresos fijos que no dan para muchos lujos.
Cuidado con los teléfonos 900 de pago que proliferan cada día más, sobre todo ahora que casi todos tenemos tarifas planas. Y salvo que también tengáis una tarifa especial en el móvil, cuidado con los sustos a finales de mes. Es muy cómodo poder conectar con quién sea y dónde sea en un instante… pero puede resultar carísimo.
También hay que contar con los imprevistos, que son un verdadero horror, como averías de coche, de electrodomésticos, extras de farmacia o de médico, invitaciones de boda, bautizos, comuniones…
Las salidas los fines de semana con los niños pueden resultar caras, carísimas o muy ajustadas y razonables pues ya en muchas ciudades españolas e incluso en varios pueblos los ayuntamientos ofrecen muchos servicios a precios muy asequibles.
No solo existen para los niños actividades extraescolares en los municipios que se encuentran en los alrededores de las grandes ciudades como Madrid, a precios muy asequibles, como manualidades de todo tipo, dibujo, cerámica, instrumentos musicales, psicomotricidad, clases de ballet y baile español…, sino que también ofrecen, incluso en las grandes ciudades, espectáculos, conciertos, exposiciones, ferias, mercadillos… para niños, jóvenes, adultos, personas mayores y jubilados. Es importante consultar en Internet, puesto que ahora está al alcance de cualquiera, todos los servicios que ofrecen las Comunidades y Ayuntamientos.
Si pensáis tener un niño en un futuro más o menos inmediato, empezar a planificaros ya. La vida da un giro de 180º en todos los aspectos, por muy increíble que parezca. Y un aumento desorbitado en cuanto al presupuesto.
Es fantástico tener todos los pagos domiciliados en una misma cuenta, siempre que funcione bien, siempre con acceso directo a Internet, hoy quizás mejor en cuentas remuneradas que no solo no cobran ningún tipo de comisión sino que os devuelven un tanto por ciento de los recibos, Yo llevo muchísimos años con Bankinter, aunque no es una cuenta remunerada, pero funciona tan bien que no me he cambiado. Todo se puede hacer desde casa, transferencias, anulaciones de recibos, depósitos… salvo ingresar un talón.
Los expertos aconsejan ahorrar un 6% de los ingresos para evitar los imprevistos que llegan siempre en el peor momento, y dejar un 20% para provisiones. Por eso una familia debe funcionar como una empresa bien organizada y bien llevada, aunque todavía haya hoy muchas pequeñas y grandes empresas que funcionan tan mal que lo increíble es que no hayan quebrado ya. Desgraciadamente muchas lo han hecho.
No se debe gastar nunca más de lo que se gana, mucho menos recurriendo a créditos, siempre con intereses altísimos, y tomar decisiones drásticas si hiciera falta. Según un estudio del Instituto de Estadística, un tercio de las familias españolas tiene problemas para llegar a final de mes. En muchas será porque realmente tienen pocos ingresos, pero en otras muchas es por falta de planificación y de sentido común a la hora de gastar
Vivir por encima de las posibilidades de cada uno, como ricos, como muchos han vivido en estos últimos años, no solo por la burbuja inmobiliaria sino porque se podía acceder a un crédito muy fácilmente y se pedía hasta para hacer un viaje de gran lujo, olvidándose de que casi al día siguiente había que empezar a devolverlo, pagando casi el doble de lo recibido si se hacía en cantidades pequeñas, es una verdadera locura.
Otro día hablaremos de cómo hacer la compra para tener una pequeña despensa y un “fondo de nevera” e incluso un «fondo de congelador” saludables.