Sigo hablando de «dietas», porque es la palabra que se utiliza cuando os recetan perder algunos kilos.
Pero ya sabéis que odio la dichosa palabreja, porque si no aprendéis a comer o a alimentaros de otra manera diferente, y volvéis a vuestras costumbres anteriores, volveréis a coger peso impepinablemente.
Cuando se quieran perder algunos kilos, no hay que comer únicamente los hervidos y “planchas”… que se recetan en todas las “dietas” de adelgazamiento y que, a la larga, resultan tan aburridos por mucha «gracia» que se les quiera echar, sino muchos guisos tradicionales que nunca se han aconsejado.
Se pueden hacer guisos muy ricos y variados, por supuesto que equilibrados, que se pueden elaborar en menos de 15 minutos y que, para más comodidad y rentabilidad, se pueden congelar.
Además el resto de la familia los podrá tomar, sirviéndose un plato más grande o añadiendo una mayor cantidad de alguno de los ingredientes que lleva la receta.
Lo más importante es saber cómo manipular todos estos ingredientes para que tengan pocas calorías.
Los pasos a seguir serán siempre los mismos:
1. Tener todos los ingredientes preparados en la mesa de la cocina.
2. Utilizar preferentemente carnes blancas y eliminarles las partes grasas que aun siendo blancas siempre llevan.
Os recuerdo que dentro de estas carnes blancas, y el pollo y el pavo lo son, por cómo hoy se engordan para que cojan mucho peso en poco tiempo, llevan una gran cantidad de grasa en su interior, incluso en los muslos y contramuslos y a veces hasta en la pechuga, que se tiene que retirar previamente al cocinado.
Si no se hace, esta grasa con el calor se fundirá, pasará a la salsa, y luego nos la tragaremos.
Incluso si los muslos y contramuslos tienen piel, aunque es riquísima cuando está bien doradita, hay que retirarla antes de cocinarlos, porque también esta grasa, aunque no es visible, se fundirá dentro del guiso, aunque no la notemos, y tiene no solo calorías sino mucho colesterol.
Lo mismo sucede con el conejo, carne blanca por excelencia, de la que hace años no había que retirar nada, y hoy representa aproximadamente un 10% de su peso.
3. Siguen sin nada de grasa las codornices, siempre de granja, ¡veremos hasta cuándo!
4. Si se quieren cocinar carnes rojas, escoger las que tienen menos grasa integrada dentro de la propia carne, algo difícil de «descubrir» si no se presta mucha atención al corte de la pieza de carne o del filete, también por la misma razón anterior.
En la mayoría de los casos, los animales se mueven poco y comen mucho, lo mismo que pasa con los seres humanos.
Por supuesto que hay excepciones, pero lo más frecuente hoy en nuestros mercados y grandes superficies es encontrar este tipo de carne, de aspecto muy magro pero con mucha grasa integrada.
Por eso la cinta de lomo y los solomillos de cerdo, que nunca se han permitido en este tipo de regímenes, una vez que se les retira toda la grasa visible del exterior, tienen menos por dentro que la propia carne de ternera, por muy magra que sea o que parezca.
5. También si se guisan varias raciones, hay que desgrasar estos guisos al día siguiente.
Es entonces, en frío, cuando se comprueba que esta grasa es espesa y pegajosa al ser grasa saturada.
6. Es preferible hacer 4 raciones de una vez, aunque se trate de una sola persona, porque la cantidad necesaria de aceite es prácticamente la misma para 4 raciones que para 1 o 2.
¡Y el ahorro de tiempo y de energía es considerable!
7. Todas las carnes, sean blancas o rojas, antes de cocinarse, deben secarse exhaustivamente por fuera con papel de cocina para que al sofreírlas se doren pero no se cuezan.
Con el pescado, sea fresco o congelado, haced lo mismo
8. Volcar en una buena olla superrápida, o en una cacerola de acero, con su tapa correspondiente y con buen fondo difusor para que no consuma aceite, 2 o 3 cucharadas de oliva virgen extra.
Todos los guisos con pocas calorías que os voy a ir poniendo en el blog se podrán conservar varios días en la nevera, o semanas y meses en el congelador siempre que realicéis estas operaciones correctamente.
9. Utilizar muchas verduras diferentes, aproximadamente que la mitad del guiso sea proteína y la otra mitad verduras muy variadas.
Recordar que cuanto más colorido esté cualquier plato, más saludable será porque contendrá más antioxioxidantes diferentes.
10. Si se cocina salmón, que queda fantástico en el microondas sin ponerle más que una pizca de sal y de pimienta blanca recién molida, cocinarlo secándolo previamente con papel de cocina, como todas las carnes.
Con la grasa que él ya tiene, que por otro lado es muy cardiosaludable al ser rica en ácidos grasos Omega-3, y que va a aflorar a la superficie, ya es bastante.
11. En cuanto a las legumbres, los cereales y el arroz que se recomiendan tomar muy a menudo en una alimentación normal, aunque tienen muy buenas propiedades, deben tomarse en pequeñas cantidades si se trata de ingerir menos calorías.
– De pan, preferiblemente integral o multicereal, no tomar más de 30 g diarios que serían 68 kilocalorías,
– De pasta, también integral y cocida al dente, no más de 40 g, es decir 139 calorías
– De arroz también integral o vaporizado otros 40 g = 143, tampoco demasiado cocido porque si lo está se absorberá demasiado deprisa y engordará más.
En cuanto a las legumbres
– 40 g de lentejas = 125 kilocalorías o calorías
– 40 g de judías de cualquier clase = 114
– 40 g de garbanzos = 131
Estos gramos se refieren siempre al peso en crudo.
12. Procurad usar estos productos integrales, aunque no estéis acostumbrados, porque las fibras que los acompañan los transforma en hidratos de carbono de mayor absorción lenta, mientras que de los hidratos rápidos cada día se van descubriendo más cosas, entre ellas que a pesar de la enorme diferencia de calorías entre ellos y las grasas, pueden engordar con mucha más facilidad que éstas.
Estos guisos podrán tener unas 500 calorías y ser un plato único muy completo, siempre que lleven un poco de «todo», que sumadas a unas 400 para la cena, 200 para los tentempiés de media mañana y media tarde, algo más pequeños que los de siempre, quedarían otras 400 para el desayuno, con lo que serían aptos para una “dieta” de 1500 calorías diarias.
Ya os iré poniendo platos únicos o guisos caseros con pocas calorías para poder olvidaros de la consabida dieta aburrida de siempre lo mismo.
13. ¡¡¡ Hay que ponerle gracia a la vida y a la comida!!!
Comer debe ser siempre un placer y no un castigo, aunque durante una época haya que prescindir de algunos alimentos o disminuir su cantidad.