La mejor «dieta» antienvejecimiento
Lo primero que os pediría a todos vosotros es que después de leer el título de este post os olvidéis de la palabra “Dieta”, que no uso nunca porque, los que me seguís, ya sabéis que no me gusta nada ya que tiene en sí una carga negativa, de restricción, y porque ninguna dieta específica funciona a largo plazo, por mucho que casi todos los profesionales de la salud sigan todavía hablando de las mismas en todos los medios de comunicación y en las consultas.
Pero en este caso, lo mismo que en el caso de la “Dieta Mediterránea”, si os hubiera puesto «Alimentación Antienvejecimiento», muchos no habríais sabido a qué me referiría ya que su nombre de pila es así, “Dieta Antienjecimiento o Antiaging”, que suena más «fashion» o «cool».
La investigación en el campo del envejecimiento no tiene como objetivo encontrar el elixir de la eterna juventud, sino lograr que nuestra vejez sea más saludable y aumentar el número de años que vivimos sin desarrollar enfermedades.
“No se trata de no tener arrugas, ni de vivir cien años a cualquier coste, sino de prolongar la vida sin enfermedad”.
La búsqueda de esta “fuente de juventud” siempre ha sido un anhelo de los mortales, y de hecho cada día aparecen más clínicas lujosísimas “Antienvejecimiento”, en diversos puntos de nuestra geografía que, después de sacarnos una cantidad respetable de “dinero” y muchos análisis y tratamientos, llegan siempre a la misma conclusión.
Un estilo de vida saludable es la mejor terapia antienvejecimiento, y consta de dos requisitos imprescindibles.
1. Una alimentación equilibrada y variada, importando tanto el número de calorías como su procedencia.
2. Y no ser sedentario.
Pero como estas clínicas cuestan mucho dinero, y las “adornan” muy bien, muchos acuden a ellas convencidos de que se producirá un milagro que perdurará.
Pueden salir completamente rejuvenecidos y con las “pilas puestas”, pero como la pastilla contra la falta de voluntad todavía no se ha inventado, si no siguen de ahora en adelante las pautas que les han indicado, volverán en más o menos tiempo a la situación primitiva.
Aunque nos receten un arsenal de píldoras antioxidantes, es sabido y está demostrado que estos antioxidantes son mucho más efectivos cuando se encuentran en estado natural, es decir, en el interior mismo de los alimentos, que en los manipulados o enriquecidos.
Como la naturaleza es muy sabia, estos antioxidantes, lo mismo que sus vitaminas y minerales, están repartidos en los alimentos naturales, en la proporción y diversidad adecuadas.
Pueden recetar suplementos como el Coenzima Q10 que, según la Efsa, no sirve para nada, salvo para crear a veces efectos secundarios, o fósforo como en el tarareado “De Memory”, cuando una única sardina tiene 90 veces más fósforo que una cápsula, o dicho de otra manera todavía más gráfica, que 1 sola sardina tiene más fósforo que 3 cajas de “De Memory” como explica detenidamente el científico y doctor en bioquímica José Manuel López Nicolás.
O el ya archifamoso Resveratrol, también “la molécula de la eterna juventud”, ¡que se puede comprar hasta en Amazon!, y que se encuentra, en los productos que se comercializan, en concentraciones muy inferiores a las que se han demostrado que tienen algún tipo de efecto.
Tomar todos los días hortalizas y frutas de todos los colores, y veréis si ellas solitas, cargadas de antioxidantes diversos, os dejan totalmente“saturados».
¡De ahí que haya que tomar una gran variedad de las mismas!
La comida nos da la vida, pero la calidad y la cantidad de los nutrientes que tomamos, la forma en la que los procesamos y su procedencia pueden quitárnosla, algo que también se sabía aunque sin darle tanta publicidad.
Hace 30 años un equipo científico internacional identificó por primera vez las principales señales del envejecimiento y descubrió que vivir el doble de tiempo, con buena salud, dependía en algunas especies sólo de unos pocos genes.
Ahora, algunos de esos investigadores liderados por el español Dr. Carlos López-Otín, de la Universidad de Oviedo, vuelven a analizar los últimos avances en este campo del antienvejecimiento.
El sedentarismo y la alimentación hipercalórico que muchos españoles tienen, puesto que más del 60% ya tiene sobrepeso u obesidad, son la combinación perfecta para acelerar el envejecimiento.
Uno de nuestros problemas es que hemos “occidentalizado” nuestros hábitos y consumimos más calorías totales, más grasas y proteínas perniciosas, más chuletones, más hamburguesas super gigantes, más alimentos procesados…, y raciones más grandes que antiguamente.
¡Hasta se hacen concursos en varios puntos de España, para saber quién es capaz de “tragar más” en un tiempo determinado!
Muchos son los que ya prácticamente no toman nunca verduras, solo como adorno o guarnición, ni frutas, con el surtido tan enorme que tenemos en nuestro país en cualquier época del año.
Esta alimentación hipercalórica y el sedentarismo, típicos del mundo occidental, son la combinación perfecta para envejecer de forma acelerada, algo que también se sabía puesto que el psiquiatra español Luis Rojas Marcos ya había calificado a ambos como las nuevas epidemias del siglo XXI.
La solución está en que bastaría con introducir un estilo de vida saludable para disponer de la mejor terapia antienvejecimiento, sin acudir a ninguna clínica lujosa de «antiaging».
Ya os he expliqué en este post que una alimentación ligeramente inferior en calorías a la que nos corresponde, es decir que comer un poco menos de lo necesario, nos ayudaba a añadir años de calidad a la vida, algo de lo que ha hablado y desde hace ya muchos años el neurobiólogo español Francisco Mora, que fomenta este estilo de vida desde siempre y, no hay más que verle a él personalmente para comprobar que tiene una agilidad física y mental increíbles, a pesar de tener ya “algunos añitos”.
A estos 2 puntos, ya mencionados anteriormente y de siempre conocidos, lo que nos proponen ahora nuestros científicos consiste en añadir un consejo más.
Así que tendríamos que:
1. Seguir una alimentación equilibrada, variada y moderada como la nuestra, la “dieta mediterránea”, con una pequeña restricción calórica, sin llegar a la desnutrición, restricción que previene la aparición de enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
2. Realizar ejercicio regularmente.
3. Pero la novedad, y que va en contra de todo lo que se ha dicho y hecho hasta ahora y que se sigue repitiendo, recomendando 5 tomas de comida al día, es que afirman que debe haber periodos más largos de ayuno, es decir más tiempo de ayuno entre comidas para ser más longevos, ya que de lo contrario el intestino no descansa nunca.
Es decir que tiran por tierra la recomendación de 5 comidas al día, con la que nunca he estado de acuerdo como podéis observar en mi ebook, a pesar de que se sigue diciendo que en cada ingesta de comida, aunque sea pequeña, se “queman” calorías con su digestión.
La pequeña quema de calorías que representan los dos refrigerios o tentempiés a media mañana y media tarde no conduce a nada.
Es decir que hay que volver a las 3 comidas de siempre, desayuno, comida y cena
Efectivamente, y desde tiempos ancestrales, siempre se ha hablado solo de 3 comidas
1. Desayunar como un rey
2. Comer como un príncipe
3. Cenar como un mendigo, adelantando también la hora en la que siempre se ha hecho.
Se sigue investigando en la creación de una única píldora antienvejecimiento, que imitara los beneficios saludables de la restricción calórica y del ayuno un poco prolongado, sin tener que privarse de ningún exceso alimentario, y fuera capaz de combatir, al mismo tiempo, los efectos del paso del tiempo, aunque el Dr. López-Otín no confía en encontrar una capaz de combatir los efectos del paso del tiempo.
«El objetivo sería lograr una reprogramación metabólica, ya sea a través de intervenciones nutricionales o farmacológicas».
Se trataría de aprovechar de manera más eficiente los nutrientes y aumentar la resistencia a las distintas formas de estrés celular y molecular.
De momento, igual que hay maneras de vivir, hay maneras de envejecer, y ese reloj metabólico se puede acelerar, retrasar, resetear…