Hoy vamos a hablar de otros productos de limpieza, en este caso del limpia polvo de muebles y puertas, del limpiacristales y del quitagrasas potente para ciertos utensilios.
I. El limpia polvo que normalmente viene ya en spray para que el polvo de los muebles, al pasar después una bayeta o un paño seco se adhiera con más facilidad.
La verdad es que no me gusta demasiado porque mis muebles son lacados en blanco y, por la zona en la que vivo y el tipo de ventanas herméticas de pvc que tengo no hay mucho polvo.
Pero seguro que a muchos de vosotros os gusta.
Yo os recomendaría, como siempre, el que salió hace tiempo y sigue existiendo junto a sus competidores, pero en cuanto la bayeta del polvo con la que estáis limpiando esté ligeramente húmeda, ya no echaría más producto encima de los muebles, porque eso de que “los nutre y mima” no deja de ser una estrategia comercial.
Seguiría quitando el polvo únicamente con el producto que ya lleva la bayeta.
De todas maneras si vuestros muebles son oscuros, y también los he tenido, y veis que realmente os facilita la retirada de este polvo porque hay mucha electricidad estática en el ambiente utilizarlo, pero siempre en pequeña cantidad.
Puesto que hay varios y queréis probar, empezar por el más barato, contando siempre con la cantidad que lleva el interior de cada envase, y si no os gusta, ir probando los demás hasta experimentar con el más caro.
También parece que sirven muy bien para quitar el polvo los paños o bayetas de microfibra en las que el polvo se adhiere con gran facilidad, aunque para este caso nunca los he probado.
Incluso hay “manoplas”de este material que son comodísimas porque no necesitáis ni paño, simplemente la manopla puesta en la mano.
Nunca desde luego el plumero que lo único que hace es desplazar el polvo de un sitio a otro manteniéndolo durante mucho tiempo en suspensión en el ambiente, algo nefasto para los alérgicos… ¡aunque no sean alérgicos al polvo!
II. El limpiacristales, también de marca y el de siempre que, a parte de que me parece el mejor para cristales y espejos, sirve para otras muchas cosas siempre que lo trasvaséis a un envase de plástico con spray.
1. Si tenéis una campana extractora de humos encima de la placa de calor y no dejáis que se engrase en exceso, pulverizando este limpiacristales por toda su parte exterior y frotando a continuación con un paño de algodón que no deje pelusa, o de fibra os quedará estupenda. Sobre todo si tiene mucha superficie visible porque cuelga bastante del techo y está poco o nada empotrada, como muchas modernas que se colocan en cocinas con “isla central”.
Si tenéis que instalaros una nueva campana porque hacéis obra en la cocina, para que ésta se engrase lo menos posible escoger una grande que cubra, si puede ser, incluso algo más que la superficie de la placa de calor.
Y que tenga una buena potencia para que su capacidad de succión sea muy fuerte. ¡No os podéis imaginar lo que vais a ahorrar después en limpieza general de la cocina!
2. Si tenéis mesitas todas de cristal, o solo la superficie, o de mármol, o de metacrilato que ahora se lleva menos pero que hace unos años estaba de plena actualidad, o estanterías de cualquiera de estos materiales, este limpiacristales es lo mejor que hay.
3. Para la pantalla de la televisión y si vuestro ordenador es de sobremesa como los míos, para su pantalla y su teclado que quedan estupendos. No se os ocurra pulverizar encima del teclado. Con que el paño con el que vais a limpiarlo esté húmedo será suficiente.
4. Y los mandos de la tele o del DVD si lo tenéis, así como los teléfonos tradicionales de sobre mesa, o los más modernos de manos libres e inalámbricos, quedan también muy bien, tanto el soporte como el auricular, pero nunca pulverizarlos por encima porque el líquido en sí o la humedad que se crea pueden estropearos el sistema de audición.
5. Para el microondas tanto por fuera. porque lo han hecho funcionar con las manos sucias, como por dentro si está muy poco sucio, este limpiador al llevar algo de alcohol os vendrá muy bien. Nunca lo pulvericéis por dentro, solo con el paño húmedo, y por fuera podéis pulverizar la puerta y los costados si no está empotrado, pero nunca las rejilla de aireación… porque lo estropeareis. Aunque este líquido salga muy pulverizado puede afectar al sistema eléctrico interior.
6. Las mamparas de cristal de los platos de ducha o de las bañeras también se limpian muy bien con el limpiacristales, aunque algunos prefieren tener un spray casero de los que ya os he puesto fotos con una solución mitad agua, mitad amoniaco.
Si vivís en una zona donde el agua es muy calcárea, secarla cada vez que la uséis aunque sea rápidamente porque los residuos de cal son mucho más difíciles de quitar si se acumulan y resecan.
Ya hablaremos en otro post de las juntas negras de estas mamparas.
7. Si las baldosas o los revestimientos cerámicos o de mármol de las paredes de vuestros cuartos de baño y cocina tampoco están muy sucios, también os servirá este limpiacristales. Se pulveriza, se frota con lo que se seca, no hay que aclarar y queda brillante. Para evitar que queden como «sombras» utilizar paños de microfibra. Si vivís en una gran ciudad, el paño os saldrá grisáceo debido a la polución.
Si estas paredes de la cocina están muy grasientas, podéis usar, siempre en pulverizador, la solución de mitad agua, mitad amoniaco aunque en otro post ya os explicaré por qué no soy muy partidaria de este producto químico.
III. Un quitagrasas que solo utilizo esporádicamente y siempre con agua caliente para fregar algún tupper grasiento que no cabe en el lavavajillas, o para alguna botella de aceite que voy a volver a usar, o para la frasca como la de la foto pero con capacidad de 1 litro nada más y con tapón donde guardo mi aceite aromatizado casero, o para un spray o atomizador de aceite rellenable de cristal o de acero si lo usáis y que, de vez en cuando, hay que vaciar y fregar.
Cuando pasa 1 mes, en el caso de la frasca, por mucha agua caliente y por mucho lavavajillas líquido que se use, no se termina de quitar la grasa del fondo. Y con 1 o 2 pulverizaciones de este quitagrasa, algo de agua caliente y agitando fuertemente, se queda perfecto, listo para volver a llenar. Y en el lavavajillas, aunque quitéis previamente «lo más gordo» con una servilleta de papel, a veces quedan restos.
Había uno muy bueno «Quita» que ha desaparecido, y ahora hay alguno moderno, en «pistola» y spray en el que solo pone «Quitagrasa» ¡Y no tiene nada que ver con un desengrasante de horno… que es otra cosa bien distinta.
En otro post seguiremos con más productos… aunque ya no hacen falta muchos más.