Esta es una crema suave y deliciosa que se puede servir s0la, en copas, o acompañando a un bizcocho de chocolate como éste que, si tenéis la función crisp, se «hornea» tan solo en 6 minutos sin necesidad de precalentar el microondas y sale estupendo.
Los ingredientes para 4 o 5 personas son:
■ 10 o 20 g de piel de limón rallada
■ 160 g de azúcar
■ 20 g de maicena
■ 4 yemas
■ 200 g de zumo de limón = 2 decilitros
■ 300 g de agua = 3 decilitros
■ 4 claras a punto de nieve
■ y un pizco de sal
1. Esta crema se puede hacer en un cazo, en la olla superrápida sin tapa de ninguna clase, o en el microondas, el sitio más cómodo, rápido y limpio.
2. Escoger como siempre una ensaladera o bol grandes, de cristal y nunca de plástico ni similar, y volcar todos los ingredientes por el orden puesto en la receta, menos las claras.
Ir removiendo con un batidor de alambre a medida que los vamos echando para que se vayan mezclando.
3. Volcar las claras en otro bol o sopera también grande y reservarlas.
4. Cuando ya todos los ingredientes de la crema estén bien mezclados, meter el bol en el microondas, tal cual está, programando 10 minutos y potencia máxima.
Al principio no hace falta remover, porque la mezcla está fría, pero en cuanto se calienta remover de vez en cuando con el batidor anterior porque, como siempre, espesan antes los bordes exteriores del bol que el centro.
5. Cuando la veamos que empieza a cocer, en mi microondas a los 10 minutos y a 750 vatios, sacarlo y remover fuertemente.
No tiene que haber ningún grumo.
6. Cuando esta crema esté completamente fría, en el bol de las claras echar un pizco de sal y montarlas a punto de nieve muy fuerte.
7. Incorporarlas a la mezcla de limón, con cuidado para no perder las burbujitas de aire que acabamos de introducir.
8. Volcarla en las copas y servirla preferentemente fría pues está más rica.
Consejos de cocina y nutrición
■ El utensilio más cómodo y rápido para rallar piel de cítricos es el microplane que en muchos casos no hay ni que fregar después. Basta con pasarle tan solo papel de cocina por todas partes y guardarlo.
■ Cuando vayáis a rallar piel de limón o de naranja, escoger siempre frutos con piel o corteza gorda que tienen más esencias.
Lavarlos muy bien antes, hasta con agua y jabón, y secarlos también muy bien.
■ Por numerosos comentarios vuestros compruebo que todavía hay «un miedo terrible» a usar correctamente tanto la nevera como el congelador, y se siguen tirando toneladas de comidas todos los años, y no solo en nuestro país.
Y esto es una pena, porque con el «frío» bien utilizado, se pueden hacer verdaderas «maravillas» y no os podéis imaginar lo que os simplifica la vida.
Para resolver todas estas dudas tenéis mi ebook https://www.bubok.es/libros/
■ En el caso de esta crema, por vuestra logística y porque está mucho más rica fría que a temperatura ambiente, es preferible hacerla en 2 pasos:
– Tapáis las claras recién cascadas en la sopera con film transparente y la guardáis en la nevera hasta el día siguiente.
– Cuando la crema de limón esté a temperatura ambiente, taparla de la misma manera e introducirla también en la nevera.
Al día siguiente, o pasadas una horas si os viene mejor, sacar ambos recipientes de la nevera.
Al de las claras añadirle ahora 1 pizco de sal y montarlas a punto de nieve muy fuerte.
Volcarlas inmediatamente depués todas juntas en el bol de la crema de limón rebañando bien con una espátula de silicona.
Incorporarlas suavemente con un tenedor a dicha crema hasta que esté completamente homogénea.
Como está fría degustarla a continuación ya que está más rica.
Pero, y esto es lo increíble del «frío» bien utilizado, si os sobra alguna ración, volcarla rápidamente en un tupper hermético redondo, llenarlo hasta arriba como ya os he explicado, expulsar la ínfima cantidad de aire que queda en su interior y guardarlo en la zona más fría de la nevera, a 2 o 3º.
Os durará varios días en perfecto estado, y a diferencia de las claras de huevo a punto de nieve que se van bajando poco a poco, esta crema sigue espumosa y no se baja, es como si la crema de limón «sujetara» las burbujitas de aire y éstas no desaparecieran.
Y uno de mis últimos experimentos, congela de maravilla y no se separa en dos fases, algo que yo me temía.
¡Una auténtica maravilla!