Tomate entero o pulpa espesa de tomate, cuál es más práctico?
En múltiples recetas, por ejemplo sin ir más lejos en la clásica paella y en otros muchos guisos, os encontraréis con el ingrediente que dice “un tomate entero y pelado”.
En mis recetas desde luego no.
Os pueden a continuación decir que lo peléis, lo ralléis, o que lo despepitéis, o que lo cortéis en brunoise, es decir en pequeños dados.
Para usar ese «tomate entero» de las recetas, ¿cuántos pasos debéis realizar?
1. Lavar el o los tomates y secarlos.
2. Pelarlos, y ¡esto aunque se use el microondas ya es entretenido!
3. Eliminarles la gran cantidad de agua que tienen.
4. Como esta operación es evidente que no la realiza nadie, al añadirlo tal cual, el sofrito tendrá que cocer destapado durante bastante tiempo hasta que toda esta agua se evapore.
(Como se ha hecho siempre así y se sigue haciendo, nadie piensa que puede haber mejores opciones).
Y si se trata de una salsa casera de tomate, elaborada como siempre se ha hecho, es decir conservando todo el agua inicial del tomate (94%) requiere mucho tiempo, se consume bastante energía, se salpica un montón y perdemos un tiempo precioso, ¡¡todo inconvenientes!!
5. Si además se quiere que no lleve pepitas, eliminarlas todas es casi imposible a no ser que se desperdicie mucho tomate.
6. Si el tomate se va a rallar, porque la receta así lo indica, no se le puede eliminar el agua, luego tendremos el mismo problema anterior.
7. Y si se quiere en trocitos, habrá que cortarlo encima de una tabla de cocina, y aunque ésta se aclare después rápidamente debajo del grifo, es otro trabajo más.
¿Cuánto tiempo habéis perdido en todos estos pasos?
Por lo menos 10 minutos, y en ese tiempo con las técnicas culinarias modernas se pueden hacer 4 o 5 raciones de un buen primer o segundo plato.
Resultado: la gente cuando la receta requiere 1 tomate, echa 1 tomate realizando todos estos pasos previos, ¡¡hasta 7!! y si tiene que utilizar salsa de tomate la compra ya hecha, aunque sea cara, lleve espesantes, aditivos y grasa vegetal.
¿No será mucho mejor, más eficaz y productivo tener siempre a mano pulpa espesa de tomate, sin piel ni pepitas lista para usar?
Se podría conseguir esta pulpa espesa con tomates naturales después de eliminarles la gran cantidad de agua que llevan, pero en la actualidad el tomate en invierno dependiendo de la zona, es malo, encharcado en agua y no tiene nada de sabor.
Por eso yo siempre uso pulpa espesa de tomate triturado de lata o brick que consigo siguiendo los pasos siguientes:
1. Comprar 1 o 2 latas o briks de tomate natural triturado clase extra, que no lleva aditivos, y que antes pesaban 1 kilo, luego 800 g y ahora 750.
(¡Estrategia comercial que con un consumidor exigente y que se fije «no cuela», puesto que se da cuenta rápidamente de la estratagema!
Nos suministran menos cantidad para que no pensemos que el precio ha subido.
De hecho he comprado durante mucho tiempo latas, y dado que últimamente tenían casi un 50% de agua, he cambiado a briks de 750 g y si supiera que van a mantener la calidad os diría la marca, pero no me fío.
2. Si usáis tomate en muchos guisos y tenéis sitio en el congelador hacer 2 briks a la vez.
C on la mitad o las 2 /3 partes podéis hacer una riquísima salsa casera de tomate y con el resto conseguir pulpa espesa de tomate.
(Mientras el tomate se está colando, para aprovechar el tiempo, se puede estar haciendo cualquier otra cosa en la cocina, o ir rehogando las verduras de la salsa de tomate en la olla si vais a elaborar la salsa).
3. Escoger una ensaladera grande, un colador también grande para trabajar con más comodidad y más deprisa y volcar el tomate de la lata o brick.
(Organizarse bien en la cocina es tan importante como saber cocinar).
4. Rápidamente empezará a caer agua del tomate, pero si removéis de vez en cuando con una espátula grande de silicona aceleraréis este colado.
5. Cuando veáis que prácticamente ya no cae nada en la sopera habremos conseguido pulpa espesa de tomate que es la que vais a usar en múltiples guisos.
(Todavía podéis apretar esta pulpa con la espátula de silicona contra las paredes del colador para eliminar más agua.)
6. Si no vais a usar esta pulpa de momento, congelarla en las dosis que soléis utilizar, un vasito de vino, uno de agua, una tacita… como ya vimos.
7. El “agua” colada no se os ocurra tirarla.
Os puede servir para cualquier sopa de verduras, o de tomate, incluso de pescado… y está riquísima añadiéndole unas gotas de tabasco y de salsa Perrins.
Es como zumo de tomate… aguado.
Y el que prefiera pulpa espesa de tomate natural, a pesar de los inconvenientes apuntados anteriormente y que es más entretenido, que elimine previamente su gran cantidad de agua como ya os expliqué.
El equivalente a 1 tomate fresco mediano, que es el tamaño que más se utiliza, corresponde a 1 vasito de vino de pulpa espesa de tomate natural o triturado.
La pulpa espesa de tomate natural, si la usáis a diario, también os va a servir para el pan con «tumaca», sin tener que tener siempre a mano tomates pequeños y sin tener que espachurrarlos cada vez que os hacen falta.
¡Otro ahorro de tiempo!